Bruselas

Los partidos independentistas han convertido la escuela catalana en un instrumento de adoctrinamiento al servicio de la estrategia nacionalista, un papel que se intensificó en torno al referéndum ilegal del pasado 1 de octubre, cuando muchos centros educativos se convirtieron en colegios electorales. Esta es una de las principales denuncias contenidas en el tercer informe sobre déficits de calidad democrática en Cataluña elaborado por Societat Civil Catalana, que se ha presentado este martes en el Parlamento Europeo.

El documento se centra en los acontecimientos acaecidos en esta comunidad autónoma durante los pasados meses de septiembre y octubre, en cuatro ámbitos: el Parlament, el Gobierno autonómico, la calle y los centros de enseñanza. Su conclusión es que durante esas semanas se produjo un "golpe nacionalista a la democracia española". Su presentación ha sido apadrinada por el líder del PP en la Eurocámara, Esteban González Pons, y de las eurodiputadas liberales Maite Pagazaurtundúa (UPyD) Teresa Giménez Barbat.

"La escuela, no con carácter general pero sí una parte muy importante de la misma, ha sido un instrumento de adoctrinamiento, un instrumento favorable al nacionalismo", ha dicho el vicepresidente de Societat Civil Catalana, José Domingo. A su juicio, tras las elecciones del 21-D es "imprescindible" construir una "nueva escuela para todos en la que se respete la ideología constitucional y estatutaria" y que sea "absolutamente bilingüe".

El informe alega que la escuela juega un "rol central" en el "proceso de construcción nacional de Cataluña" ya desde los años 90. Las direcciones de muchos centros educativos están "al servicio del separatismo", gran parte del profesorado tiene un "perfil nacionalista" y las asociaciones de padres están "también en la órbita secesionista". El estudio denuncia también "adoctrinamiento nacionalista en los libros de texto y actividades académicas".

Niños utilizados como escudos

Con motivo el referéndum del 1-O, pese a haber sido declarado ilegal por el Tribunal Constitucional, "se desarrollaron fuera y dentro de las aulas actividades alejadas de la imparcialidad y funciones propias de la escuela pública", como pegadas de carteles a favor de la consulta o manifestaciones contra las actuaciones policiales.

Muchos colegios permanecieron además abiertos durante el fin de semana del 1-O y se organizaron actividades lúdicas para los niños con el fin de evitar que las fuerzas de seguridad los cerraran para impedir la consulta. "Muchos padres se preocuparon y generó un profundo malestar porque a los niños se les estaba presentando como escudos en este proceso independentista", ha dicho Nuria Plaza, vocal de Societat Civil Catalana.

"En clase, el contenido de algunas actividades transmite una visión maniquea de la realidad, en la cual España se presenta como el Estado opresor que no permite votar en libertad y que ejerce una agresión violenta, por medio de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, contra la ciudadanía pacífica", sostiene el informe.

Societat Civil Catalana está ahora mismo trabajando en la elaboración de un informe más extenso sobre el adoctrinamiento en la escuela catalana. Para este miércoles, ha organizado una concentración ante la Eurocámara a favor de la Constitución española. Se trata de contraprogramar la gran manifestación independentista que han convocado el jueves en Bruselas la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural.

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