Carlos Flores Juberías durante su presentación como candidato la semana pasada.

Carlos Flores Juberías durante su presentación como candidato la semana pasada.

Comunitat Valenciana VOX

La ex del líder de Vox tuvo que abandonar Valencia y sus hijos llamaron a la Policía para pedir auxilio

La sentencia destaca las secuelas que dejó Carlos Flores a su familia por un comportamiento "vejatorio" y "trato inhumano".

30 diciembre, 2022 01:07
Valencia

Carlos Flores, el recién elegido candidato de Vox para las elecciones autonómicas valencianas del mes de mayo, fue condenado en 2002 por la Audiencia de Valencia a un año de prisión y al pago de 6.000 euros por maltrato psíquico a su expareja en presencia de sus hijos, entonces menores de edad.

La sentencia no deja lugar a dudas sobre los hechos y relata el infierno y el "trato inhumano, vejatorio o degradante" que sometió a la mujer y a la familia de esta desde el año 2000. Las vejaciones fueron de tal gravedad que la víctima tuvo que abandonar la ciudad de Valencia y, durante uno de los episodios, su hija tuvo que pedir auxilio a la Policía.

Flores, catedrático de Derecho Constitucional en la Universdad de Valencia y jurista de reconocido prestigio, fue sentenciado por un delito de "violencia psíquica habitual" y por 21 faltas de coacciones, injurias y vejaciones injustas que se enmarcaron como "violencia doméstica", pues la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género no se aprobó hasta 2004.

[El candidato de Vox a la Generalitat Valenciana fue condenado por "violencia psíquica" hacia su exmujer]

La resolución, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, recoge cómo la maltrataba e intimidaba mientras la perseguía por la calle o cuando ella llevaba a sus hijos al colegio. "Puta, ladrona, secuestradora de niños, más que ladrona, te voy a estar jodiendo toda la vida hasta que te mueras y acabe contigo, ladrona", son algunos de los insultos que destaca la sentencia de la sección quinta de la Audiencia de Valencia.

En las últimas horas, Flores, que ya militó en la extrema derecha en los 80 como candidato de Fuerza Nueva, el partido fundado por Blas Piñar, se ha pronunciado sobre la sentencia y ha remarcado que el maltrato a su ex fue "de palabra". 

Según el candidato, el partido de Santiago Abascal conocía la resolución y ello no fue un impedimento para apoyar su candidatura. 

"Todos, en un momento determinado de nuestras vidas, hemos dicho o hecho cosas de las que luego te arrepientes", manifestó este jueves en una entrevista concedida a esDiario, al tiempo que defendió que las penas no son "de por vida".

21 episodios

El primer episodio violento denunciado tuvo lugar en el mes de septiembre del año 2000. Ese día el candidato de Vox acudió al domicilio en el que residía la víctima con sus tres hijos y se dirigió a ella como "ladrona, secuestradora de niños, dueña de calabozo, puta". Además, le gritó que se "buscara la vida" y si se dedicaba "a hacer las esquinas todavía".

Unas semanas después, el 11 de octubre de 2000, el condenado conducía una moto y "siguió a su exesposa e hijos hacia el colegio donde estudiaban". Allí le preguntó que si le molestaba su presencia y de nuevo empezaron los insultos. 

"¿No puedo hacerlo?, ¿molesto? Imbécil, cuida a tus hijos, ladrona ¿te falta dinero?, ¿no te paso bastante?, mantenida, que vives a costa de tus hijos, ¿no te da vergüenza?...".

Las agresiones verbales continuaron en 2001 e incluso en una ocasión impidió a su expareja que "entrara de nuevo en su domicilio". "Loca, más que loca, ladrona, secuestradora de niños, manipuladora, sabes donde más duele, que ésta es mi favorita", le dijo en referencia a una de las hijas que presenció la escena y se negó a acompañarle.

Carlos Flores no solo ejerció violencia verbal sobre su exmujer. Las amenazas se extendieron a la familia de esta. En enero de 2001, cuando el condenado se acercó a sus hijos que caminaban con su madre y el abuelo materno, les siguió y manifestó a su exsuegro: "Cruza enfrente que es el barrio de las putas, vete con las putas que es lo que tienes que hacer, ¿es que no tienes mujer a la que cuidar?; anda y vete".

Carlos Flores Juberías, en una imagen de archivo. EE

Carlos Flores Juberías, en una imagen de archivo. EE

Las expresiones "hicieron que la hija mayor, de 11 años de edad, se dirigiera a los agentes de la Policía Local que se encontraban en las inmediaciones para que intervinieran".

Las vejaciones contra el abuelo de los niños continuaron y solo unos días después volvió a protagonizar otro altercado cerca del colegio al llamarle "sinvergüenza", "ladrón", "hijo de puta y que toda la familia era igual".

La exmujer tuvo que salir del colegio en una ocasión "acompañada de una señora" ante la "insistente presencia del acusado en el lugar" y volvió a dirigirse en términos como "mantenida, búscate la vida..." y les siguió hasta el domicilio, por lo que la ahora querellante optó por llamar a la Policía.

Pese a los regímenes de visitas establecidos por los tribunales tras la separación, Flores seguía a sus hijos hasta el colegio, manifestándoles que "era su padre" y así podían "decir en el juzgado que les acosaba".

"Provocación constante"

Carlos Flores presentó un recurso contra la primera condena, pero la Audiencia lo rechazó y ratificó la decisión del Juzgado de lo Penal 7 de Valencia.

El ahora líder de Vox alegó que se había denegado la "exploración en juicio de los tres hijos, menores de edad". Una prueba que, a juicio del tribunal, era "plenamente innecesaria, ante la abundante prueba adicional con la que pudo contar la magistrada de lo Penal y que se desarrolla profusamente en la sentencia recurrida".

En este sentido, consideró que era "poco conveniente la exploración propuesta, atendidos los intereses de los niños, dada su minoría de edad, su relación con ambas partes contendientes, padre y madre de los mismos y el inevitable trauma que para ellos supondría su interrogatorio en juicio contra uno de sus progenitores".

Igualmente, Flores aludió a "la provocación constante por parte de la víctima, concretándola en un reiterado incumplimiento del derecho de visitas del padre respecto de los menores". Pero el tribunal también desestimó este argumento.

Carlos Flores Juberías, durante su presentación como candidato. EE

Carlos Flores Juberías, durante su presentación como candidato. EE

"En modo alguno pierden relevancia penal los insultos que acreditadamente, conforme a la sentencia, ha venido dirigiendo a su esposa, por el hecho de que se diga en el recurso que eran insultos siempre relacionados con los hijos (...) porque cualesquiera que fueran las motivaciones en el fuero interno del acusado, ni justificaban ni exculpaban ni hacían menos reprochable su comportamiento", concluyó la Audiencia.

De igual modo, Flores denunció la "animadversión" de su ex como causa de que fuera contra él, y dijo que en e fondo había "celos derivados" de que él tuviera nueva relación con otra mujer. Y alegó "el despecho o trauma de la denunciante, dadas sus creencias religiosas, por haber sido dejada por su esposo y haber perdido su condición de mujer de profesor de Universidad".

Sin embargo, recoge la resolución, "más allá de la natural mala relación entre unos esposos que han llegado a la situación judicial en la que se encuentran, nada ha acreditado el recurrente, no bastando sus simples conjeturas al respecto".

Por último, el profesor alegó que en ningún caso agredió físicamente a su exesposa. Pero la Audiencia concluyó que "el bien jurídico protegido no es el común de los delitos de lesiones, sino, en realidad, la tutela de la dignidad de la persona humana en el seno de la familia, plasmado en el derecho de todos sus miembros a no ser sometidos a trato inhumano, vejatorio o degradante alguno".

Secuelas

La sentencia determina que "es innegable que 21 faltas de coacciones, injurias y vejaciones injustas, tienen aptitud objetiva para suponer un quebranto psicológico en la víctima", y confirma que la mujer se vio obligada a abandonar Valencia por el acoso.

El sumario incluía un informe psiquiátrico forense de la mujer "donde se concluye que si bien no presenta un proceso psicótico alienante, sí ha sufrido una separación matrimonial desde hace casi dos años, traumática y muy conflictiva, por lo que ha presentado un cuadro de adelgazamiento, ansiedad e insomnio que han mejorado con tratamiento médico, apoyo de su familia y sobre todo al marcharse" a otra ciudad

La víctima tenía "temor a su exmarido, baja autoestima y cada vez que ha tenido que acudir a la ciudad de Valencia, ha tenido problemas de ansiedad por la alta conflictividad con su exmarido y los comentarios de su entorno social".

Por otra parte, y en cuanto a los hijos, los informes psicológicos alertaron de "la nefasta situación emocional de los menores, en la que, inevitablemente, la conducta enjuiciada del acusado no ha podido ser sino perjudicial".

Vox, sin importarle estas circunstancias, confirmó este jueves que mantendrá a Carlos Flores como candidato a la Generalitat Valenciana. La condena, sin embargo, sí podría influir en la campaña electoral.

Todas las encuestas que auguran un vuelco electoral prevén ahora que el PP de Carlos Mazón necesite los votos de la extrema derecha para su investidura. Está por ver qué posición adoptaría ante este posible socio parlamentario o, incluso, de gobierno.