Mireia Mollá, consellera de Medio Ambiente, tras la presentación de la campaña contra incendios.

Mireia Mollá, consellera de Medio Ambiente, tras la presentación de la campaña contra incendios. EFE / BIEL ALIÑO

Comunitat Valenciana INCENDIO FORESTAL

Compromís se quema con los incendios: el bumerán de señalar a Castilla y León tras los 'burros bomberos'

Los agentes medioambientales piden la dimisión de la consellera Mollà por el abandono de los bosques y la coalición reacciona culpando al PP.

29 agosto, 2022 02:47
Valencia

Los grandes incendios forestales que han devorado este verano más de 30.000 hectáreas del territorio valenciano han abierto un nuevo frente al Gobierno de Ximo Puig a nueve meses de las elecciones autonómicas y con las encuestas remando en contra.

Compromís asumió la protección de los bosques en 2015 y la gestión está quemando a la coalición desde distintos frentes. Los nacionalistas no tienen ninguna competencia en emergencias, pero desde hace 7 años lideran las políticas públicas de prevención de incendios, una de las consecuencias más graves del cambio climático, y desarrollo rural. 

Desde 2019, la consellera de Medio Ambiente es Mireia Mollà. En los últimos días, se ha extendido un profundo malestar entre los partidos que integran la coalición por el preocupante estado en el que se encuentran los montes valencianos y la sensación de dejación de funciones por parte de Mollà durante los incendios declarados en Alicante y Castellón.

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La consellera tardó más de una semana en visitar las zonas afectadas. Esos días Mollà se dejó ver en las fiestas patronales de Elche, la ciudad alicantina en la que nació. La consellera reapareció siete días después y desde su departamento defendieron que estuvo pendiente de la evolución de manera telemática para no interferir en las labores de extinción.

Mollà en las fiestas de Elche celebradas a mediados de agosto.

Mollà en las fiestas de Elche celebradas a mediados de agosto.

Pero las explicaciones no han convencido a buena parte de Compromís y el nerviosismo de la coalición es visible. Y es que la protección del territorio y la defensa de la agricultura son ejes centrales de las políticas de Compromís. Los ecologistas forman parte de la coalición y esos espacios son caladeros en los que tradicionalmente ha pescado votos Compromís.

Tal es el descontento que incluso Ecologistas en Acción ha denunciado el "fracaso estrepitoso" de Mollà al frente de la Conselleria de Medio Ambiente y la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de la Comunidad Valenciana ha pedido su destitución por no proporcionarles medios adecuados para realizar su trabajo. El PP se ha sumado a la petición de dimisión.

"No sólo es el abandono de sus agentes, es que han abandonado nuestros montes, nuestras rapaces, nuestro mediterráneo. Hemos intentado ser constructivos, pero sólo hemos recibido desprecios y privatizaciones de los que en teoría defienden lo público. Lo dicho muy mal Verdes Equo", han lamentado los agentes medioambientales en los últimos días.

Baldoví culpa al PP

Los incendios han llegado en un momento de máxima incertidumbre para Compromís, después de la dimisión de Mónica Oltra por la gestión de los abusos de su exmarido a una menor tutelada y sin una alternativa potente como reclamo electoral.

Ante las alarmas, Compromís ha sacado la bandera de la corrupción del PP para defenderse de las críticas y frenar la sangría de votos que predicen las encuestas.

Esta semana, el diputado nacional Joan Baldoví ha llegado a responsabilizar a los populares, en la oposición desde 2015, y a la infrafinanciación del alarmante estado en el que se encuentran los montes durante su intervención en el Congreso por la aprobación del Real Decreto que recogía medidas urgentes en materia de incendios forestales.

Baldoví mencionó el fotomontaje difundido en los últimos días por el expresidente Francisco Camps en el que aparece junto a unos bomberos para asegurar que los incendios "nunca han sido una prioridad" para el PP.

De hecho, continuó, "el Gobierno valenciano actual ha duplicado en los últimos años la dotación para prevención de incendios" y aplaudió la gestión de Mollà tras varias semanas de críticas y peticiones de dimisión. 

"Para restauración de zonas quemadas, el PP dedicaba cero euros durante años, pero para los pufos de la Gürtel tenían dinero. La conselleria de Mireia Mollà ha dedicado 54 millones en 28 proyectos", dijo Baldoví. 

Además, el dirigente nacionalista culpó a Carlos Mazón, presidente de la Diputación de Alicante y candidato del PP a la Generalitat, de dejar a numerosos pueblos de la provincia sin ayudas para limpiar los bosques. Baldoví no se refirió al incendio de Bejís, en la provincia de Castellón, pese a que ha sido el más devastador de los últimos 10 años en la Comunidad Valenciana.

A las críticas por "los peores gestores que hemos tenido", según los agentes medioambientales y sindicatos, se suma el efecto bumerán que han tenido las palabras de Mollà sobre la gestión forestal en comunidades gobernadas por el PP.

A finales del mes de julio, la consellera responsabilizó al Ejecutivo de Castilla y León tras los graves incendios que sufrió esta región.

"La culpa es de consejeros que no están a la altura", dijo la dirigente valenciana después de que el consejero de Medio Ambiente de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, culpara de los incendios a los ecologistas y sus "nuevas modas".

"En vez de asumir las responsabilidades, en vez de atender a los servicios de prevención y extinción de incendios, en vez de ofrecer herramientas para ayudar a las familias que se han visto afectadas, para los agricultores, para reconstruir la zona, en vez de ello, se ha dedicado a echar balones fuera", denunció entonces la dirigente valenciana. Sus palabras se han vuelto ahora contra Compromís como un bumerán.

Burros 'bomberos'

Las dudas sobre la eficacia del trabajo de Mollà surgieron hace meses, admiten fuentes del Gobierno valenciano a EL ESPAÑOL, y la consellera se ha ido distanciado de numerosos dirigentes de la coalición, Oltra incluida.

Así, Mollà, una de las caras más reconocidas y defensora de un acuerdo con la plataforma de Yolanda Díaz, ha perdido muchísimo peso en Compromís desde que empezaron las polémicas en su conselleria.

La muerte de los burros antiincendios que se introdujeron en el Desert de Les Palmes de Castellón en un proyecto impulsado por la conselleria de Mollà generó un escándalo político a finales del año pasado. 

Al menos 16 de los cincuenta burros introducidos en el parque natural fallecieron porque se emplearon ejemplares que no estaban preparados para adaptarse a este medio natural -eran asnos domesticados-. Mollà forzó entonces la dimisión del director general de Medio Natural, Benjamín Pérez, y se mantuvo en el cargo a la espera de que finalice la investigación judicial abierta.

El proyecto sonaba muy bien y arrancó de manera ambiciosa. Pero finalizó pocos meses después tras la advertencia de desnutrición y el mal estado de los ejemplares.

La iniciativa, que ha dado buenos resultados en otros territorios españoles, escondía una auténtica chapuza. La Generalitat tomó los animales de un cuidador altruista -que estaba a punto de perderlos- para enviarlos a una muerte segura.

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Lo hizo sin preocuparse de si los asnos encontrarían alimento en el parque natural. Sin proporcionarles un lugar para refugiarse similar al que estaban acostumbrados. Sin profesionales que los vigilaran. Y sin reaccionar cuando empezaron a morir.

Las naranjas de Mollà

El pasado mes de abril, Mollà protagonizó otra polémica tras captar las cámaras unas controvertidas declaraciones mientras posaba para una fotografía en la feria hortofrutícola de Berlín.

En un vídeo que se hizo viral, se podía ver cómo una persona en un stand ofrece zumo de naranja exprimido tanto a Ximo Puig como Mollà. La persona que servía la bebida se excusó diciendo: "No sé si las naranjas son de Valencia o no". Los dos políticos habían parado en esta compañía precisamente por su origen valenciano.  

Mollà intervino entonces tajante: "Eso no lo digas. Di que sí que son y au". Y añadió: "Si nadie lo va a comprobar". Mollà miró entonces la máquina y no dijo nada más tras darse cuenta de que la estaban grabando.

Se trata de un tema especialmente sensible porque muchos agricultores están quemando sus campos de naranjos cuidados por varias generaciones de una misma familia porque no les sale a cuenta mantenerlos.

Además, existe una larga polémica sobre el origen de las naranjas y cítricos que se venden en supermercados valencianos, muchos de los cuales provienen de Brasil o Sudáfrica. Mireia Mollà se vio obligada a rectificar y pedir perdón.