Directivos de Santana Motors, Zhengzhou Nissan y Anhui Coronet el pasado 30 de abril tras sellar un acuerdo en China.

Directivos de Santana Motors, Zhengzhou Nissan y Anhui Coronet el pasado 30 de abril tras sellar un acuerdo en China.

Andalucía

Los chinos llegan a Linares para resucitar Santana Motor, la histórica fábrica que hizo los Suzuki en los 80 y se hundió

De Land Rover y Suzuki al gigante asiático BAIC: la marca andaluza inicia su tercera gran vida tras 70 años de montaña rusa. 

Más información: Santana renace en Linares: inauguran una nueva fábrica con coches chinos

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Las claves

La histórica fábrica Santana Motor en Linares ha sido reactivada gracias a un acuerdo con el grupo chino BAIC, que convierte a Santana en su socio exclusivo en Europa.

La producción, cerrada desde 2011, se reinicia con dos modelos: el Santana 400D diésel y el Santana 400 PHEV híbrido enchufable, y se prevé el lanzamiento de nuevos SUV entre 2026 y 2028.

El proyecto prevé crear 200 empleos y ensamblar hasta 5.000 coches al año, con componentes llegados de China para su montaje en Linares.

Santana Motor, fundada en 1956, fue un símbolo industrial en Andalucía y vivió una historia marcada por alianzas internacionales, crisis, cierre y ahora una nueva etapa impulsada por inversión china y apoyo institucional.

El municipio jienense de Linares es muy conocido por dos cosas. Por ser el lugar de nacimiento de Raphael y por la fábrica de coches Santana Motor. 

Raphael, pese a sus 82 años, vive una gran noche eterna y sigue llenando los escenarios de toda España y Latinoamérica. Santana estaba muerta y ha resucitado gracias a empresarios chinos. 

La gran noche -en este caso día- de Santana fue este pasado 5 de diciembre, con la firma oficial de un gran acuerdo industrial y comercial con BAIC Automotive Group, uno de los líderes de automoción en China. Santana será su socio exclusivo en Europa. 

Las líneas de producción, cerradas en 2011, han vuelto a rugir. Se están lanzando los dos primeros modelos: el Santana 400D, con motor diésel de 190 CV de última generación, y el Santana 400 PHEV, una versión híbrida enchufable con una potencia combinada de 429 CV y una autonomía eléctrica de 120 kilómetros. La primera unidad salida de la fábrica ha sido para la Cámara de Comercio de Linares como símbolo del histórico enlace con el municipio. 

Entre 2026 y 2028 saldrán también de Linares dos SUV de tamaño medio, un SUV compacto y dos SUV de gran tamaño.

Autoridades y empresarios en la inauguración de la fábrica de Santana en Jaén.

Autoridades y empresarios en la inauguración de la fábrica de Santana en Jaén. Francisco J. Olmo /Europa Press

Nadie quiso faltar a ese momento histórico. Estuvieron, por supuesto, el CEO de Santana Motor, Eduardo Blancoy el Deputy CEO de BAIC, Li Hui. También la pareja de moda en Andalucía, Juanma Moreno y María Jesús Montero, presidente de la Junta de Andalucía y vicepresidenta del Gobierno, en plena precampaña electoral. 

"Santana no es solo una marca, es un símbolo de orgullo para muchas familias. Reavivar este legado es también una esperanza para Linares", dijo Li Hui, que fue recibido a modo de Bienvenido Mr. Marshall, pero con capital chino. 

Y no es para menos porque desde China se ha reavivado uno de los proyectos industriales e históricos más importantes de Andalucía, que estaba muerto y enterrado.

Se van a producir desde Linares de nuevo coches con la marca Santana y se ha creado una red comercial en España, Portugal, Italia, Andorra y Gibraltar. En una segunda fase se irá a otros países europeos. 

70 años de historia

Santana Motor tiene mucha historia detrás. 70 años de montaña rusa que ahora vuelve a vivir un momento dulce.

Fue fundada por el ingeniero Antonio Sáez de Montagut en 1956, pero no era una fábrica de coches sino de maquinaria agraria con patentes extranjeras. Se llamaba Metalúrgica Santana. 

Según recoge la experta Carmen Rodríguez en su investigación, 'La gestión de la fuerza de trabajo en Santana Motor', publicada por la Diputación de Jaén, se alcanzó un acuerdo con la multinacional británica Rover para fabricar su todoterreno en España en 1958, a lo que se sumaría un acuerdo con Citröen para fabricar engranajes en 1960. 

Eduardo Blanco, CEO de Santana, con el director de Santana Factory, Zewen Liu, y el vicepresidente del grupo chino Baic, Li Hui.

Eduardo Blanco, CEO de Santana, con el director de Santana Factory, Zewen Liu, y el vicepresidente del grupo chino Baic, Li Hui. Francisco J. Olmo /Europa Press

Se había convertido en una fábrica de coches, con producción industrial en cadena, y entre los años 60 y 70 salieron de Linares dos modelos de Land Rover que fueron adquiridos, entre otros, por el ejército. 

Las cuentas de la empresa no acababan de ser satisfactorias y presentaban balance positivo por la ayuda del estado. Pero en los años 70 hay crisis económica e incertidumbre política tras la muerte de Franco y el intento de alcanzar una democracia. En 1977 ya hubo una gran huelga en Santana. 

Los 80 no empezaron bien. Citröen le quitó a Santana las cajas de cambio, que era uno de sus productos más avanzados desde el punto de vista tecnológico y eso derivó en un ERE. Se agotó además la licencia con Rover y había que buscar una alternativa. 

Llegó en 1982 de la mano de la japonesa Suzuki, que quería tener más presencia en Europa y vio que podía hacerlo a través de la fábrica de Linares. Fueron buenos años. El Suzuki Santana fue un éxito. 

Pero la alegría no es eterna. En 1993, Santana perdía 5.000 millones de pesetas. Suzuki quería irse alegando esas pérdidas y que eran más rentables sus fábricas en Hungría e India. Y lo hizo. En 1994 presentaron suspensión de pagos y todo se venía abajo. 

La entrada de la Junta de Andalucía

Andalucía en plena crisis económica tras la Expo del 92 y en Linares, y el resto de Jaén, las protestas ciudadanas y sindicales eran continuas. Se estaba cerrando una industria clave en esta zona en la que trabajaban más de 1.000 personas. 

Fotografía de archivo de la fábrica de Santana Motor en Linares.

Fotografía de archivo de la fábrica de Santana Motor en Linares. Europa Press

La Junta de Andalucía intentó encontrar compradores, pero no lo consiguió. Finalmente tuvo que asumir la salvación de Santana con dinero público. Se pasaron las acciones de Suzuki a la Sociedad para la Promoción y Reconversión Económica de Andaucía (Soprea) y la Junta pasó a tener el 100% de la compañía en 1995. 

Suzuki ya no era la dueña de la planta, pero sí se podían fabricar coches con su marca. La idea de la Junta era ir reduciendo esa dependencia de la multinacional japonesa, pero en el año 2000 se perdían 7.000 millones de pesetas. 

Caída en picado

La empresa hacía aguas por todos sitios y se creó el denominado Plan de Acción Santana, a través del cual se dividía la empresa en varias partes. Una seguía montando vehículos y otra era para componentes. Se destruyó el 62% del empleo entre bajas incentivadas y prejubilaciones. 

En 2003 se buscó diversificar la actividad y la Junta alcanzó acuerdos con CAF para producir trenes, Gamesa y Aemsa para aerogeneradores o con Ene-T y Enhol para industria termosolar. Se fabricaba, además, el Suzuki Jimny. 

Una fotografía de archivo de la fábrica de Santana en 2010, cuando se subastaron líneas de producción y equipos.

Una fotografía de archivo de la fábrica de Santana en 2010, cuando se subastaron líneas de producción y equipos. Europa Press

Pero aquello estaba muerto. En 2008 hubo otro ERE, en 2009 se dejó de fabricar coches y en 2010 se hizo el Plan Futuro Linares que era el acta de defunción de Santana. Una histórica planta de 270.000 metros cuadrados vacía. 

También hubo corrupción. De hecho, se llamó caso Santana y estaba ligada al caso de los ERE en Andalucía. Un juzgado de Sevilla investigó si se habían concedido de forma irregular casi 100 millones de euros de ayudas públicas a Santana a través de subvenciones y prejubilaciones. 

La resurrección

Han tenido que pasar muchos años para que Santana reluzca. Pero todo llega en esta vida. La Junta de Andalucía aprobó en 2021 una inversión de 6,3 millones de euros para reindustrializar la zona, cedió los activos al Ayuntamiento de Linares y puso en una segunda fase otros 9 millones de euros encima de la mesa para poder atraer a inversores. 15 millones en total. 

"Cuando Santana cerró sus puertas en 2011, fui uno de los que lo lamentaron profundamente. No obstante, hace unos años, quizá por casualidad o quizá porque hay caminos destinados a cruzarse conocí a mi compañero de viaje, Antonio Molina. Además, gracias al grupo JPG, la propiedad intelectual de Santana se conservó y miles de vehículos siguen hoy en funcionamiento gracias al suministro de recambios. Esa voluntad común y un duro trabajo, sumado al apoyo de las instituciones ha permitido llegar a este momento", dijo el pasado 5 de diciembre Eduardo Blanco, CEO de Santana Motors.

"Queremos que Linares vuelva a vibrar con Santana, con el empleo directo del personal de la fábrica, con las personas que trabajarán en concesionarios y proveedores, y con las actividades y eventos que organizaremos en la región", añadió Blanco.

El nuevo modelo de Santana 400 Phev

El nuevo modelo de Santana 400 Phev

Se prevén generar 200 empleos gracias a tener una capacidad de fabricación de hasta 5.000 coches al año en un turno de 8 horas. Se hará mediante un sistema denominado SKD, es decir, llegan los componentes desde China y se ensamblan y terminan en Linares. 

"Para cualquier linarense, Santana no es solo una fábrica, sino un símbolo compartido. Este espacio se ha transformado en un parque industrial atractivo gracias a una gestión perseverante y planificada. Estamos en el buen camino: Linares avanza, Santana vuelve, y nos alegra ver de nuevo coches saliendo de aquí", dijo la alcaldesa de Linares, Auxi del Olmo.

Ojalá sea por muchos años y se pueda llegar a celebrar el centenario con la empresa en todo lo alto.