Sevilla

Según reza en la web de Hostelería de España, organización empresarial que representa a los restaurantes, bares, cafeterías y pubs de este país, el sector está conformado por casi 300.000 establecimientos, que aportan el 6,2% del PIB. 

Andalucía es la que más establecimientos gastronómicos tiene en su territorio, unos 55.000. La mayoría son pequeñas empresas y, a todas, la Federación Andaluza de Empresarios de Hostelería les ha pedido que no abran sus puertas en las condiciones que le impone el Plan para la Transición hacia una Nueva Normalidad del Gobierno central tras el impacto del Covid-19.

Consciente de que no se puede obligar y que cada hostelero tiene unas circunstancias distintas, "abrir en estas circunstancias supone un suicidio económico para un sector que emplea directamente a 260.000 personas", ha señalado en declaraciones a EL ESPAÑOL su presidente, Francisco De la Torre.

Todos tienen claro que abrir en la fase I -no hay fecha establecida pero podría ser a partir del 11 de mayo- con un tercio de ocupación en sus terrazas "no es viable". Será a partir de la fase 2, se supone que a partir del 25 de mayo, cuando los locales con servicio de mesa puedan abrir su interior con la misma limitación de un tercio.

"Es imposible"

Con los establecimientos abiertos el sector deberá hacer frente de, además del pago de impuestos, de proveedores, de alquileres, de hipotecas, también del personal -porque los que se acogieron a los  expedientes de regulación de empleo temporal (ERTE) del Gobierno vuelven a trabajar-. Todo ello, con un diez o un quince por ciento de la facturación, es "imposible"

"El Gobierno no ha contado con el sector y no ha dado explicaciones ni sanitarias ni de seguridad para poder abrir. Ni siquiera aún ha salido en BOE", ha lamentado De la Torre, quien asegura que el sentir de los profesionales de la hostelería es mayoritario. "¿Tenemos que medir la temperatura a los clientes? ¿Los camareros tienen que hacerse test o usar mascarillas? No sabemos nada".

Además, a su juicio, el plan está lleno de incongruencias al considerar que el Gobierno permite abrir los bares pero planea prorrogar el estado de alarma. ¿Quién va a salir?, se pregunta.

También muestra su indignación tras las declaraciones de la vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, quien ha dicho en una entrevista en Radio Nacional que en el plan "no se impone nada a nadie" y que "el que no se sienta cómodo, que no abra". "Es una falta de respeto sabiendo cómo lo estamos pasando", ha incidido De la Torre.

Desde los bares

Como en toda España estos 55.000 locales están cerrados al público. Desde el restaurante Aponiente, de Ángel León, en El Puerto de Santa María (Cádiz), que cuenta con tres Estrellas Michelin, hasta la taberna más pequeña de barrio.

EL ESPAÑOL ha intentado contactar con este afamado restaurante, a través del teléfono de su página web para realizar las reservas -un menú por persona cuesta 215 euros- y salta el buzón de voz. Tampoco ha sido posible a través de whatssap, cuya fecha última de conexión es el 12 de marzo, horas antes de que se decretara por primera vez el estado de alarma.

Sí lo ha hecho con la responsable de dos locales de Córdoba. Carmen Moreno Villafaina es la dueña de El Barón, una taberna en el casco histórico cordobés, y del restaurante El Boh, en la zona centro. Cuenta con una decena de trabajadores en la temporada media y ha hecho un ERTE.

"No merece la pena abrir, por ejemplo, la taberna si solo puedo ocupar tres mesas de la terraza cuando tengo espacio suficiente para poner ocho con un metro de distancia", lamenta Moreno. "Aún así es complicado, ni rescatando a un solo trabajador de ese expediente laboral".

En la segunda fase sí podría abrir el restaurante y ocupar un tercio del salón pero tampoco hay directrices para ello. "Lo único que sabemos es que no tenemos que poner mamparas". El concepto de la taberna es tomar un aperitivo en la barra y más de convivencia y su apertura lo considera muy precipitado.

"Hosteleros D.E.P." 

También se expresa en términos parecidos uno de los socios del restaurante El Potro, de Villanueva del Ariscal (Sevilla), con capacidad para 170 comensales, con dos salones y una terraza. José León aboga por aguantar un poco más el cierre y poder ejercer el trabajo con ciertas garantías aunque asegura que los gastos durante estos días de estado de alarma han supuesto unos 5.000 euros con el establecimiento cerrado, más las pérdidas de la temporada alta.

"Abrir una terraza, que solo se puede llenar al 30 por ciento, y con la misma plantilla porque no te dejan despedir a nadie, es totalmente inviable", remarca León. Según la Confederación Empresarial de Hostelería de España, si no se flexibilizan las condiciones de los ERTE, más de 80.000 bares y restaurantes tendrán que cerrar. "Al Gobierno le ha faltado explicar la fase 5: Hosteleros Españoles D.E.P".

A su juicio, y tras 14 años al frente de su negocio, este plan nacional "es una locura y va a mandar a la quiebra a los pocos hosteleros que queremos seguir adelante. Muchos compañeros han decidido cerrar para siempre".

Abrir un debate

Por su parte, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha pedido al Gobierno central que rectifique y abra un debate sobre la vuelta a la actividad del sector hotelero y de la restauración en el que participen las comunidades. "Sus pautas son inviables para estos negocios", sobre todo, cuando la movilidad de ciudadanos sólo puede ser provincial.

En la misma situación se encuentran los hoteleros. En una entrevista en Canal Sur Radio el responsable de turismo de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) y hotelero, Miguel Sánchez, ha asegurado que es "imposible" abrir sus establecimientos el próximo 11 de mayo. No obstante, se muestra confiando en que se pueda salvar "parte" de la temporada de este próximo verano al considerar que hay margen para no perderlo en su totalidad.

Igualmente, ha puesto de relieve el protocolo sanitario necesario apuntando que se necesitarían "semanas" para poder cumplir las pautas que recoge. Junto a ello, ha manifestado que el sector pedía la ampliación de los ERTE, que finalmente no ha sido recogido en el plan del Ejecutivo. Una petición que también ha realizado la Junta de Andalucía.

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