Es afgano y reside en Sevilla desde hace siete años. Trabaja en un bar donde es un camarero muy querido por su trato con la clientela y su buen hacer. En estos años, ha mantenido contacto con su familia, y veía la guerra y la muerte como algo ya muy lejano. Pero al desatarse el conflicto, Karwan recibió esta semana un primer mensaje de su familia: los talibanes se habían presentado en su casa hasta en tres ocasiones, preguntando por él: "¿Dónde está el judío americano?".

Que Karwan esté en España desde que tenía 23 años se entiende porque tiene una enorme facilidad para los idiomas. Fue intérprete de las Fuerzas Armadas Españolas hasta 2014, durante siete años. Primero, se comunicaba en inglés y en poco tiempo ya hablaba el español. Comenzó a trabajar para el Gobierno con 16 años. Entonces, se llamaba Sliman Shan Mohammadzai, pero en los documentos oficiales españoles figura como Shuliman Shah Karwan.

En 2013, estando aún en Kabul trabajando para las Fuerzas Armadas, los talibanes le amenazaron de muerte. Por ello, cuando la Coalición comenzó a replegarse, Karwan se vino a España y acabó asentándose en Sevilla, donde tiene un trabajo, pareja y ha rehecho su vida en un barrio familiar.

Pero después de tantos años desde que cayera, al regresar el régimen de los talibanes no le ha olvidado. Han pasado dos décadas. Y a Karwan lo recuerdan como un traidor. "Por eso me llaman judío", explica a EL ESPAÑOL.

En todas las visitas a la casa, su madre ha respondido a los talibanes que Karwan estaba muerto. Pero no se lo han creído. En la última visita, el ejército de la milicia islamista cogió las manos de sus cinco hermanos, de entre 14 y 26 años, y les hicieron marcas con un rotulador en las falanges. Son las marcas por las cuales van a cortarles los dedos, y ya han avisado de que van a empezar por ahí. También se las hicieron en el cuello. "Los matarán. Si no me presento, los matarán. Les han dado un mes de plazo", dice alterado.

Sus padres y sus cinco hermanos y hermanas están en Kabul, escondidos en un lugar secreto que ya conoce el Gobierno español, para intentar rescatarlos. "Sí, el Gobierno lo sabe. La única que sale para buscar comida es mi hermana, porque va tapada. Por favor, que los encuentren y los traigan. Si no los traen, los van a encontrar y los van a matar a todos".

Karwan y su familia se comunican por mensajes. Su padre le informa y apaga el móvil. Su preocupación se centra en sus padres y sus hermanos, pues sus abuelos, que viven allí, están bien por el momento, ya que "a las personas muy mayores las están respetando".

Al huir de la casa familiar, los padres y hermanos de Karwan esquivaron un primer control talibán. Iban con sus maletas y explicaron que se mudaban. Les dejaron pasar. Pero en el segundo 'check-point' los reconocieron y no pudieron pasar. "Los están buscando por todo el país. Queda poco tiempo para que las tropas de la OTAN dejen el aeropuerto y si no consiguen salir, los van a asesinar".

Su grito es desesperado: "¡Sólo quiero rescatar a mi familia, salvarlos!", explica, mientras sigue esperando la llamada del Gobierno para decirle que los han encontrado y que los traen a España para salvarles la vida.

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