M.A. Ruiz Coll Diego Rodríguez Veiga

Un segundo avión español ha partido de Kabul con 110 personas a bordo, más del doble de las que logró sacar de Afganistán en el primer A400 del Ejército el miércoles. El despegue tuvo lugar en torno a las 6.30 horas. Ya llegados a Dubái, aterrizarán en Torrejón de Ardoz (Madrid) a lo largo de la tarde o noche de este viernes.

El Gobierno es consciente de que la situación en la capital y, sobre todo, en el entorno del aeropuerto, "es muy compleja" y, por ello, ha intentando en las últimas horas, por medio de las tropas nacionales desplegadas en el terreno, abrir un pasillo seguro para que los traductores y colaboradores afganos puedan acceder al aeródromo.

Los insurgentes, pese a la imagen moderada que han querido difundir desde la toma del país, están dificultando las labores de evacuación de la comunidad internacional e inclumpliendo así los primeros compromisos adquiridos con EEUU. Ante ello, los distintos países se están viendo obligados a diseñar corredores seguros para que tanto nacionales como colaboradores puedan acceder al aeródromo. 

Despega el segundo avión español de Kabul con 110 evacuados a bordo

A ello se han dedicado en las últimas horas las tropas de los ejércitos de Tierra y Aire que llegaron el pasado miércoles a Kabul a bordo del primer avión militar, un A400M, que aterrizaba en la ciudad. En concreto, se trata de medio centenar de soldados de élite del Batallón de Cooperación Cívico Militar (CIMIC) y del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA), ambas unidades con experiencia en numerosas misiones internacionales y sobre el terreno en Afganistán.

También están jugando un papel fundamental en estas labores los 17 agentes de Policía Nacional (GEOS y UIP) que custodiaban la seguridad de la Embajada española hasta la toma de los talibanes y que permanecen en la capital afgana para colaborar en las labores de evacuación. Estos podrían incluso acudir en busca de los colaboradores afganos a sus casas, para ayudarles a atravesar la ciudad tomada por los insurgentes, señalan las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL.

Estas mismas confirmaron este jueves que el Ministerio de Asuntos Exteriores había citado a varias decenas de traductores y colaboradores afganos en las últimas horas para que se trasladaran por la noche al aeropuerto de Kabul. 

El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha explicado a última hora de este jueves que es imposible confirmar la cifra de las personas que compondrán este segundo grupo porque "la situación en Kabul, en los alrededores del aeropuerto, es muy compleja, desesperante y angustiosa". No obstante, ha reiterado que el objetivo del Ejecutivo es poder evacuar "a las máximas posibles".

Con el despegue desde Dubái rumbo a Kabul, el Ejecutivo ha puesto en marcha la segunda fase del rescate, después de dar por completada a primera hora de este jueves la primera con la llegada a Madrid de 53 personas (cinco españoles residentes en el país y, el resto, colaboradores afganos de la Embajada y de la Unión Europea).

En la ciudad de los Emiratos Árabes Unidos permanece un avión más, medicalizado, a la espera de poder llevar a cabo el siguiente vuelo de evacuación. A él se unirá en las próximas horas un cuarto avión que Defensa ha enviado este jueves desde la base aérea de Zaragoza para sumarse al operativo.

Dificultades

Sin embargo, fuentes oficiales del departamento dirigido por Margarita Robles advierten que las siguientes operaciones no se podrán llevar a cabo hasta que sea posible garantizar el acceso de los colaboradores al aeropuerto de Kabul, que permanece rodeado por cientos de afganos que intentar huir del país. 

Según ha explicado Bolaños, es "muy difícil" hacer "una previsión con un mínimo rigor" sobre cuánto tiempo durará el operativo de evacuación a cauda de la situación actual del país. "No es previsible que se resuelva en unos pocos días", ha confirmado.

Desde el pasado lunes, las tropas talibanes controlan los accesos al aeropuerto e impiden, si es preciso abriendo fuego, que los afganos accedan a la terminal. Los insurgentes se habían comprometido con el Departamento de Estado de EEUU a permitir el paso a todos los colaboradores de gobiernos extranjeros que quisieran abandonar el país pero están incumpliendo su palabra así como otras proclamas que en las últimas horas han extendido en lo que parece una campaña de publicidad para mejorar su imagen.

Los afganos 'españoles' a su llegada a Dubái, antes de tomar el vuelo a España.

El portavoz del Pentágono, John Kirby, aseguró este jueves que los comandantes estadounidenses sobre el terreno "están en comunicación frecuentemente con los talibanes para que faciliten el paso seguro" al aeródromo.  

Desde el Departamento de Estado de EEUU, el portavoz de la cartera de Exteriores, Ned Price, reconoció haber recibido informaciones de que hay personas que no están siendo capaces de alcanzar el aeródromo, en algunos casos ciudadanos estadounidenses. "Estamos haciendo todo lo que podemos mecánicamente, logísticamente... pero por supuesto que también hay un elemento diplomático", admitió.

En la misma línea, los ministros de Exteriores del G7 instaron este jueves al régimen talibán a que "garantice el tránsito seguro" de todos los nacionales extranjeros y colaboradores afganos de los países aliados que desean abandonar el país y mostraron su preocupación sobre las informaciones referidas a "represalias violentas" por parte de los insurgentes.

Según un informe de la ONU publicado por el New York Times, los talibanes están yendo mucho más allá del bloqueo del aeródromo: el documento apunta a que disponen listas de objetivos, con nombres y ubicaciones, que facilitan la búsqueda casa por casa de colaboradores de las tropas internacionales o miembros del antiguo Gobierno, a cuyas familias llegan a detener y/o amenazar con matar o arrestar si estos no se entregan.

Los afganos 'españoles', en el segundo avión del Ejército para los rescates en Kabul.

Intento fallido

Una muestra de la situación es que Exteriores citó a decenas de colaboradores afganos para que permanecieran este pasado miércoles desde las 10.00 en el aeropuerto de Kabul con el fin de subir al primer avión de rescate fletado por el Ejército del Aire pero la mayoría de ellos se quedaron en tierra al no poder atravesar el cerco de los talibanes.

El primer avión A400M enviado a Kabul tenía capacidad para transportar a 116 pasajeros y, sin embargo, regresó a España con 53 personas, en su mayoría, colaboradores afganos de distintos países de la Unión Europea. A su llegada a la base de Torrejón de Ardoz, pasadas las 04.00 del jueves, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, recalcó que su departamento "no va a cejar en el empeño de ir al aeropuerto de Kabul, con los slots que nos den, para traer al mayor número posible de colaboradores afganos y sus familiares". 

Noticias relacionadas