En el clima de tensión creciente entre PSOE y Podemos, la semana final de la campaña catalana no parecía el escenario propicio para relajar el ambiente entre los socios del Gobierno de coalición, y no lo está siendo. Pablo Iglesias, tras haber negado que en España haya "normalidad democrática" por la situación de Oriol Junqueras y Carles Puigdemont, sumaba este martes al rapero Pablo Hasel a su particular lista de 'mártires'.

Hasta el punto incluso de solicitar también para el rapero, a punto de cumplir una pena de nueve meses por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Monarquía, el indulto. La misma medida que reclama desde hace tiempo para los condenados por sedición por el 'procés' que culminó en 2017 con el referéndum ilegal del 1-O y la declaración de independencia en el Parlament. 

Era el presidente del grupo parlamentario Unidad Podemos, Jaume Asens, un dirigente importante de la confluencia catalana morada, quien realizaba la petición. "Cuando se tramita una propuesta de ley que tiene como objetivo derogar un delito, es coherente indultar a las personas que hayan sido condenadas por ese delito", señalaba Asens durante una rueda de prensa en el Congreso en la que presentaba la reforma del Código Penal para "la protección de la libertad de expresión".

Pablo Hasel EFE

Lo hacía remontándose a los indultos "a centenares de insumisos" por parte del Gobierno de José María Aznar, tras la supresión del servicio militar obligatorio en los años noventa. Y, cómo no, a la reforma del delito de sedición anunciada ya por el Ejecutivo. El portavoz adjunto del PSOE en el Congreso, Rafael Simancas, se mostraba más ambiguo sobre la posibilidad de aplicar a Hasel la medida de gracia: "Si lo solicita llevará su tratamiento y su recorrido, pero no le corresponde al Grupo parlamentario socialista, ni siquiera al Congreso de los Diputados, tomar esa decisión".  

Por si quedase alguna duda de que una y otra cuestión -la de los políticos que cumplen condena por sedición por los hechos de 2017, y la del rapero- están para Podemos relacionadas, su portavoz parlamentrario, Pablo Echenique, publicaba un elocuente tuit al respecto, enlazando la comparecencia de sus compañeros para presentar la reforma sobre los llamados delitos de opinión.  

"Una reforma rápida"

En la misma rueda de prensa, el diputado podemita Enrique Santiago se refería con cierto tono de sarcasmo a la reforma en el mismo sentido anunciada el lunes a última hora, mediante una comunicación a la prensa a través de los canales habituales de la Secretaría de Estado de Comunicación, por el ministerio de Justicia, que comanda el socialista Juan Carlos Campo. "Congratulados, y muy felices de las manifestaciones de ayer [por el lunes] del ministerio de Justicia, estamos seguros que ahora vamos a tener un gran acuerdo para su tramitación urgente" afirmaba Santiago.

El diputado morado aseguraba que el lunes por la tarde se informó al secretario de Estado de relaciones con las Cortes, José Antonio Montilla, de la presentación de la norma. Según ha podido saber EL ESPAÑOL, fue el secretario general de Unidas Podemos en el Congreso, Txema Guijarro, quien comunicó a Montilla la presentación de la reforma a las siete y media de la tarde.

Es decir, justo dos horas antes del comunicado de Justicia y en la misma tarde en que se publicaba el manifiesto de varios artistas, entre ellos Pedro Almodóvar, Juan Manuel Serrat y Javier Bardem, pidiendo la libertad para Hasel. Un hecho para Podemos que explica la, en palabras de Santiago, "declaración política, rápida" de Justicia. 

Poco después, en la habitual rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, admitía que el anuncio de Justicia se producía ante la inminente entrada en prisión del rapero Hasel y la polémica que ha suscitado.

En cualquier caso, en la agenda gubernamental está una modificación profunda del Código Penal que afectará a los citados delitos de opinión, al de sedición y que también pretende, en este caso en sentido contrario, introducir el delito de apología de la dictadura franquista. Una medida, esta última, a la que se opuso en su día el líder de Más País, Íñigo Errejón, uno de los diputados que respaldaron la investidura de Sánchez. 

  

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