La Audiencia Nacional ha archivado la causa en la que se investigaba al exmilitar que fue detenido el año pasado en Málaga por disparar en una galería de tiro contra fotografías de miembros del Gobierno. En aquella acción, grabada y posteriormente difundida por redes, el autor de los hechos efectuaba una serie de disparos contra una hilera de dianas en las que se podían observar los rostros de distintos integrantes del ejecutivo.

En concreto, el del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; el del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias; el de la ministra de Igualdad, Irene Montero; el del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska y el del portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique.

La Audiencia Nacional investigaba si aquel hombre podía haber incurrido en un delito de amenazas al Gobierno al abatir los rostros silueteados de los dirigentes. En su auto, el magistrado Santiago Pedraz confirma el archivo de la causa, según ha avanzado Europa Press y ha podido confirmar EL ESPAÑOL, al entender que no era algo premeditado y que lo hizo "por matar el tiempo".

El magistrado dice que, si bien el contenido de lo difundido puede producir tanto alarma como repulsión, resulta preciso "huir de generalizaciones fáciles". De lo que declaró el exmilitar, que vivía en Málaga, no se puede inferir, explica, que existiera una premeditación para intimidar al Gobierno.

Tampoco le consta al juez que la grabación fuera planificada, ni que tanto la persona que grabó el vídeo como el que realiza los disparos pretendieran difundirlo de un modo masivo o multitudinario. Que fue lo que, a la postre, ocurrió.

"Según parece, no había más fin que pasar un rato y matar el tiempo con la ocurrencia improvisada de hacer unas prácticas de tiro en la armería". Los protagonistas de la grabación solo se lo mandaron por Whatsapp a otra persona. A partir de ahí, el contenido se "viralizó" de tal manera que llegó a todas partes, de manera incontrolada y "ajena a su voluntad".

Difusión del vídeo

Del uso de esas fotografías de miembros del Gobierno, por tanto, no se puede determinar que se estuviera atacando la dignidad institucional de Ejecutivo de coalición conformado por el PSOE y Unidas Podemos. 

Los hechos se produjeron en torno a las cuatro de la tarde de una jornada del pasado mes de mayo en las instalaciones de la armería Lince, situada en el polígono El Viso de Málaga. El arma empleada por el tirador, una Mossberg Maverick, era propiedad de la armería.

El fragmento audiovisual fue compartido infinidad de veces en diversos espacios virtuales. Tanto Pablo Iglesias, cuya cara aparecía en el vídeo, como el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, difundieron la grabación en sus respectivas redes sociales denunciando los hechos y exigiendo actuaciones para localizar a los responsables. 

Cuando la difusión del vídeo alcanzó una mayor dimensión a raíz de su propagación en estos espacios, el Ministerio del Interior anunció la apertura de una investigación para identificar a los autores.

Intimidación de las autoridades

Al magistrado no le consta que el investigado grabase el vídeo y que fuera él quien lo difundiera, y tampoco le consta que la escena se produjera con el objetivo de ser grabada y difundida "con vistas a intimidar a las autoridades" señaladas. 

No se puede considerar, por tanto, "que hubiera amenaza seria, real y perseverante de un mal futuro, injusto, determinado, posible, causante de una intimidación natural y dependiente de la voluntad exclusiva del sujeto activo".

El investigado, no obstante, expresó además su pesar por lo sucedido y mostró ante el juez arrepentimiento, solicitando perdón a las personas ofendidas.

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