Dicen algunos de sus allegados que cuando Margarita Robles tiene algo importante que decir no lo deja sujeto a la improvisación. Que se prepara a conciencia la idea a transmitir para plasmarla con la mayor contundencia posible después. Y el discurso que impartirá este miércoles en el Salón del Trono del Palacio Real, durante los actos de la Pascua Militar, será una de esas ocasiones en las que la ministra de Defensa marcará a fuego una línea muy clara entre lo que son y sobre lo que no son las Fuerzas Armadas.

Robles lleva días preparando su arenga. Fuentes cercanas a la ministra explican a EL ESPAÑOL que en ella reafirmará el 'compromiso democrático' al que están obligado los militares. Sus palabras transitarán por el mismo cauce que las que pronunciará el rey Felipe VI cuando haga referencia al Ejército a lo largo de su discurso. 

La ministra pretende reafirmar el deber de las Fuerzas Armadas para con la Constitución. Marcará, de este modo y una vez más, una clara posición de rechazo ante las cartas en las que militares retirados buscaban presionar al Rey.

Se desmarcará, nuevamente, de los polémicos chats conocidos recientemente en los cuales mandos retirados que lo integraban llegaron a sugerir la posibilidad de un "golpe de Estado", e incluso llegaron a hablar de "fusilar" a 26 millones de españoles.

Robles llegó a remitirlo a la Fiscalía para que se investigara el asunto. Nada se sabe por el momento de todo aquello. Sin embargo, a la ministra no le quedará más remedio que hacer referencia a este reciente episodio. El objetivo es reforzar la idea del compromiso de los militares españoles con la neutralidad y con los valores democráticos

Se trata de una idea que ha estado presente en sus discursos desde que desembarcó en el ministerio. En su primer alocución, en enero del año 2019, recordó el papel que desempeñan las "Fuerzas Armadas como principales garantes del ordenamiento constitucional" y del papel de los militares como garantes "de libertad, justicia, pluralismo y solidaridad".

Sobriedad

El acto simbólico de la Pascua Militar suele ser un momento propicio para realizar balance sobre el año anterior. En él se señalan también los retos para el ejercicio siguiente. Por eso Robles, junto a Felipe VI, resaltará el trabajo realizado por las Fuerzas Armadas a lo largo de los últimos 10 meses, en la Operación Balmis y ahora en la Operación Baluarte, participando en todo tipo de misiones y encabezando una lucha contra el coronavirus que todavía no ha terminado. 

La habitual aglomeración que otros años se congregaba en el Palacio Real para celebrar una fecha tan simbólica para el Ejército se verá seriamente reducida. Ello es así debido a las condiciones sanitarias que atraviesa el país, ante un nuevo avance de contagios por la Covid-19 en todo el territorio y con una tercera ola ya por desgracia en auge. 

La Ministra de Defensa, Margarita Robles (2d), durante su visita a las instalaciones del Centro del sistemas Aeroespacales de Observación (CESAEROB), en la Base Aérea de... Efe

Estos factores han obligado a transformar un acto habitualmente repleto de pompa y boato por un evento, como ya ocurrió el Día de la Hispanidad, cuya principal premisa será la sobriedad y la contención. Entre otras cosas se ha suprimido el tradicional besamanos en el que los invitados rendían pleitesía a los monarcas.

Ataques a la monarquía

Como suele ser habitual, la ceremonia estará presidida por la Familia Real, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la ministra de Defensa y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Acudirá una pequeña comisión en representación de cada uno de los Ejércitos pero nada que ver con la afluencia militar a la que habitualmente acostumbraba este tradicional evento.

Sin embargo, ya hay quien ha anunciado que no acudirá de ningún modo a las celebraciones de tan señalada fecha. El presidente en funciones de la Generalitat y candidato de ERC a las elecciones, Pere Aragonés, ha declinado participar en ella considerar que el Ejército es "hostil con Cataluña y con el independentismo".

El que era vicepresidente hasta la inhabilitación de Quim Torra ha llegado a afirmar que no asistirá porque no puede acudir a una ceremonia "de exaltación de un Ejército que no sólo no nos representa, sino que está dispuesto a todo para reprimir a todos aquellos que trabajamos por la República catalana siguiendo los valores más básicos de la paz, la libertad y la democracia".

Se trata, además, de un momento político tan enrarecido como inusual. En la primera celebración de este acto castrense tras el inicio de la andadura del Gobierno de coalición del PSOE con Podemos, la monarquía parlamentaria está más que nunca en el centro de la conversación pública. 

Quizá por eso la ministra no perderá ocasión de remarcar con sus palabras la defensa de la Corona y del jefe del Estado, aunque sin aludir a las últimas informaciones descubiertas en relación a las investigaciones que la Fiscalía está llevando a cabo sobre el rey emérito.

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