El Gobierno de Gibraltar "condena" la actuación del buque Tornado de la Armada española de este domingo, cuando instó a buques comerciales británicos de aguas que bañan el Peñón. Según considera, se trata de una "provocación" que "no produce ningún resultado salvo generar una atmósfera de falta de confianza y hostilidad". Fuentes de la Armada consideran que se actuó de acuerdo a la legalidad, señalando que se trata de aguas de soberanía española.

Recordemos que el episodio tuvo lugar este domingo, cuando el buque Tornado instó por mensaje de radio a las embarcaciones británicas a que abandonaran las aguas próximas al Peñón. Los navíos interpelados se mantuvieron en su posición y la Royal Navy desplegó sus buques.

La noticia saltó a medios británicos. El Gobierno de Gibraltar reacciona ahora de forma oficial a través de un comunicado y considera que el episodio tuvo lugar en aguas soberanas gibraltareñas. Fuentes diplomáticas españolas consultadas por este diario sostienen que las aguas que bañan el Peñón son, por el contrario, de soberanía nacional.

"El Gobierno mantiene que se trató de una incursión ilegal con la intención de realizar una declaración política sobre la soberanía de nuestras aguas. Aunque esta acción, de por sí misma, no represente una amenaza a nuestra soberanía, dado que las aguas continúan siendo británicas según el derecho internacional, la realidad es que la acción representó un reto a nuestra soberanía y pretendía socavar la misma", valora el Gobierno de Gibraltar.

Pero hay más. En su comunicado, el Gobierno gibraltareño califica los movimientos de la Armada española como "juegos de guerra". Su ministro principal, Fabián Picardo, lo define como "quijotescas acciones" y "bravuconería": "Incidentes como este constituyen un recordatorio de por qué nunca aceptaremos ser españoles".

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