Hasta ahora, uno de los mayores logros de la conferencia del clima COP26 que se está celebrando en Escocia es el compromiso anunciado por 450 grandes instituciones financieras de 45 países en forma de la Alianza Financiera de Glasgow hacia las Cero Emisiones Netas

130 billones de dólares (o 112 billones de euros) serán los que invertirán los bancos durante las próximas tres décadas en la transición hacia una economía descarbonizada.

Según la propia alianza, creada el pasado mes de abril, el compromiso anunciado hoy dobla los 70 billones de dólares (60 billones de euros) comprometidos hasta ahora.

Los participantes en esta plataforma –entre los que están HSBC, Bank of America, Caixabank, Santander o BBVA– tendrán ahora que diseñar planes de financiación verde basados en la ciencia y fijarse metas intermedias para 2030.

Porque, como dijo ayer la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, "no podemos esperar a 2050 para actuar". 

"Los 130 billones es más de lo que se necesita para la transición global hacia las cero emisiones netas", dijo Carney

Como informa la agencia EFE, el exgobernador del Banco Central de Inglaterra y responsable de finanzas climáticas de Naciones Unidas, Mark Carney, señaló que este compromiso marca "un hito" en la historia de la contribución privada hacia una economía global sin CO₂.

Y es que, en palabras de Carney, "los 130 billones es más de lo que se necesita para la transición global hacia las cero emisiones netas". Y añadió: "El dinero está aquí, pero necesita proyectos alineados con las cero emisiones".

Como se ha venido repitiendo los últimos tres días, y en especial hoy, jornada dedicada a las finanzas, la COP26 se busca hacer realidad el objetivo de que las temperaturas a final de siglo no suban más de 1,5 °C respecto a los valores preindustriales.

Sin duda, la financiación de una meta así de ambiciosa es uno de los mayores desafíos. Y el sector bancario es clave para llevar a cabo las inversiones necesarias para una transformación total de la economía global. 

Como señalan desde EFE, las organizaciones ecologistas han recibido con escepticismo este anuncio. La paradoja de esta alianza, dicen, está en que muchos de los bancos adheridos a ella rechazaron el mes pasado una hoja de ruta diseñada por la Agencia Internacional de la Energía para detener la financiación de nuevos proyectos de gas, petróleo y carbón.