Por rebuscar que no quede. Es lo que hacen algunos medios de comunicación intentando llegar algo más allá de la pura noticia. En este caso se ha hallado una sorprendente conexión entre una presunta examante del Rey Juan Carlos I con el colegio en el que va a estudiar la princesa Leonor.

El colegio, que tanto está dando que hablar, está en Galés, tal y como la Casa Real comunicó hace un par de días. Los dos próximos años estudiará en el Atlantic College, perteneciente a la institución Colegios del Mundo Unido (UWC), que tiene estrechos lazos con la familia real y también, sorprendentemente, con una de las supuestas ex amantes delrey Juan Carlos.

El emérito y lareina Sofíafueron los Altos Patrones de la Fundación Comité Español de la UWC hasta la abdicación de don Juan Carlos en 2014. A partir de ese momento, el testigo lo recogieronFelipe VIy lareina Letizia.

La ex amante del emérito vinculada con esta fundación esSol Bacharach. Su nombre saltó a los medios por medio de Corinna Larsen hace tres años.

"A finales de 2009, (el rey Juan Carlos) ya estaba enfermo. Se supo en 2010. Durante estos tres años tuvo una relación. Al fallecer mi padre en 2009 de cáncer, el rey me dijo: 'Oye, he tenido una pareja durante tres años'. Su nombre es Sol Bacharach", soltó Corinna.

El Españolha dado más detalles sobre Bacharach, que habría mantenido una relación sentimental con el emérito entre 2008 y 2011:"Sol ya no forma parte del equipo de Colegios Unidos del Mundo. No sé decirte exactamente cuánto tiempo, pero bastante, entre 7 y 10 años, quizá", han asegurado desde la organización del comité.

"Ella era miembro del patronato. Entre sus funciones estaba venir a las reuniones anuales para ver cómo iba la fundación, qué se necesitaba...", han añadido. Actualmente es la directora del Centro Terapéutico Marenostrum.

Además de estos vínculos, cabe destacar queAlberto Aza, jefe de la Casa Real entre 2003 y 2011, es el actual presidente del comité español. Cabe recordar que su nombre también alcanzó una gran repercusión cuando declaró como testigo del Caso Nóos, defendiendo a la Casa Real.