Beatriz Miranda dedica el artículo de este lunes en su blog que publica El Mundo a la ministra de Defensa y presidenta del PP de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, a la que apoda "Nuestra Señora de Cospedal". Todo al hilo de los últimos acontecimientos ocurridos en el seno del PP en relación con los casos de corrupción y al periplo de Semana Santa de Cospedal.

En ese sentido la periodista dice con ironía que "menos mal que tenemos a Cospedal para evitar que el votante del PP permanezca arraigado a los valores que encarna el partido y no se desmoralice. Lo de María Dolores esta Semana Santa ha sido espectacular, al igual que sus regañinas, que nunca declaraciones, a los medios estos días desvinculándose de todo lo ocurrido en sus filas. Ella es ignorante cual infanta de España".

La compara con la Reina Letizia, a la que nunca "la hemos visto en una procesión porque la suya va por dentro y prefiere pasar estos días de asueto en paradero desconocido". Pero para "cantar saetas frente a cristos y vírgenes tenemos a la ministra de Defensa, ella tan patriótica, tan de mantilla y de falda larga si el protocolo obliga".

Y recapitula: "Esta Semana Santa (viernes de) Dolores se ha dejado ver en todo su esplendor místico. De hecho, ordenó que las banderas de todos los cuarteles de España ondearan a media asta los días de prefecto por la Muerte de Cristo".

"El lunes estuvo en Ferraz velando a su predecesora en la cartera, Carme Chacón, tristemente fallecida. Y el martes puso rumbo a Andalucía para no perderse las fiestas de guardar", prosigue el artículo.

Y la apoteosis final: "Muy creyente a tenor de la solemnidad con la que ha disfrutado de la Pascua, Dolores primero recaló en Jerez, donde fue nombrada Hermana de varias cofradías que la recibieron entusiastas. Después visitó Málaga, donde se dio un baño de legionarios al son de Soy el novio de la Muerte. Cospedal terminó la semana en Sevilla, de riguroso luto el sábado ante varios pasos, y más colorida el domingo de Resurrección para ir a los toros. No se separaron de ella en ningún momento su marido, Ignacio López del Hierro, y su hijo Ricardo".