La periodista Clara Murillo, del programa 'En Boca de Todos' de Cuatro ha sufrido una agresión este miércoles mientras trabajaba en Quintanar de la Orden (Toledo). El agresor ha sido un sicario que ha tenido que acudir al Juzgado del municipio para declarar por unos hechos ocurridos en 2019, cuando un Guardia Civil retirado le encargó la muerte de una persona y este lo traicionó, revelándoselo a la víctima a cambio de dinero.

Tal y como se puede observar en las imágenes ofrecidas por el programa, la periodista se encontraba preguntando al sicario al salir del Juzgado cuando este ha golpeado al cámara primero, para después propinar un violento puñetazo a Murillo. Por último, se puede ver cómo el sicario le da una patada al micrófono que portaba la periodista, destrozándolo.

Por su parte, Clara Murillo ha expresado que está bien, aunque está "impactada" por lo ocurrido, algo que no le había ocurrido nunca.

Un crimen encargado

Los hechos por los que el presunto sicario ha acudido a declarar este miércoles ocurrieron el 16 de diciembre de 2019 en Quintanar de la Orden. Tal y como informó EL ESPAÑOL – EL DIGITAL CLM, José Manuel Gallego, agricultor de Villanueva de Alcardete, recibió una llamada para pedirle una cita. El autor de la llamada era un hombre de nacionalidad rumana que le pidió 3.000 euros a cambio de unas pruebas que revelarían que le habían pedido que lo matará.

Así, el sicario quedó con José Manuel en un restaurante de Quintanar para entregarle las grabaciones de la persona que encargó el crimen, Santos García, un exagente de la Guardia Civil y tío de su expareja. En estas grabaciones, el exagente precisa al compinche del sicario rumano, otro sicario marroquí que responde a las siglas A. T., que asesine al exmarido de su sobrina.

[Santos, guardia civil retirado, prometió 45.000 € por un crimen, pero el sicario le traicionó]

Y es que García habría pagado ya 15.000 al sicario marroquí como adelanto. Tras consumar el asesinato, pagaría otros 30.000 a los ejecutores del crimen por encargo. "Que parezca un suicidio. Quemadle la casa y el coche", se escucha en la grabación tal y como informó EL ESPAÑOL.

Sin embargo, muchas de las personas que estaban dentro del establecimiento eran agentes de la Guardia Civil camuflados de paisanos, que esperaron el momento exacto para actuar. Y es que todo fue una trampa orquestada por la Benemérita y José Manuel para obtener la grabación, ya que la víctima se había puesto en contacto con los agentes.