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Toledo SE HA DECLARADO INOCENTE EN EL JUICIO

El acusado de matar a dos personas en El Casar de Escalona (Toledo) culpa a un amigo

5 febrero, 2018 16:38

El acusado del doble asesinato ocurrido en 2012 en El Casar de Escalona (Toledo), José M.M., se ha declarado hoy "inocente cien por cien" de estas muertes, de las que ha responsabilizado a un amigo suyo, Ángel M.M., quien, según su testimonio, le confesó el mismo, nada más matarlos.

Así lo ha asegurado este lunes el acusado, que se enfrenta a 18 años de cárcel por cada uno de los presuntos asesinatos y a otros dos por tenencia ilícita de armas, durante el juicio con jurado popular que ha empezado hoy en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Toledo y en el que también se juzga a la madre de la novia del acusado y a un amigo de éste de un delito de encubrimiento.

José ha relatado, a preguntas de la fiscal y las acusaciones de las familias de ambos conocidos, que el día de los hechos -el 29 de abril de 2012, él fue a comer un cocido a la casa de los padres de su novia, dejando al cargo de Ángel M.M., el merendero que regentaba en el paraje de "La Chopera", cerca de una zona de baño del río Alberche, conocido como "la playita".

Después de la comida, se acercó al cumpleaños del hijo de unos amigos y posteriormente acudió a varios bares, a la puerta de unos de los cuales se encontró con unos amigos que le solicitaron unos "porros" por lo que quedó con ellos en "la playita" para entregarles el encargo, cuando recogiera la droga en su merendero.

Al llegar allí, siempre según el relato del acusado, se encontró con Ángel M.M. "borrachillo", cogió los "cogollos de marihuana" y se fue hacia donde había quedado con sus amigos, a los que entregó la droga, para volver al cabo de unos diez minutos al merendero.

Y fue precisamente, en el trayecto que hizo a pié desde "la playita" hasta el chiringuito, cuando oyó el sonido de dos disparos procedentes del merendero y, al cabo de un rato, "más disparos", pese a lo que siguió andando, encontrándose en el camino a Ángel "tartamudeando" y diciendo "han venido éstos con un cuchillo y les he tenido que disparar. Vámonos, vámonos".

José M.M., que ha afirmado no creérselo del todo, continuó avanzado hacia el merendero, donde encontró a uno de los fallecidos, David F.V. tendido en el suelo sobre un charco de sangre, por lo que pensó que no podía hacer mucho por él, "estaba loco de la cabeza", ha afirmado, y decidió irse a Madrid a casa de sus padres, "para contarles lo sucedido", y contratar un abogado que le asesora.

Según el acusado, fue éste quien le recomendó que "estuviese tranquilo y no saliese mucho a la calle" hasta que la policía hiciese su trabajo y se demostrara que él era inocente.

Sin embargo, a preguntas de la fiscal y las acusaciones particulares, el acusado ha reconocido haber viajado a Cuenca, Cádiz e incluso a Francia durante sus cuatro años, si bien ha exculpado a F.S.S. de que le facilitase documentación falsa para huir.

Dice que iba a entregarse

Ha resaltado también que, tras conocer que, en su segunda declaración ante la policía, Ángel M.M. le había inculpado a él de cometer los asesinatos y se comentaba en el pueblo que los familiares de los fallecidos "le estaban buscando", el cayó en "una gran depresión y no veía la luz al final del túnel", pese a lo que decidió entregarse a la policía, lo que iba a hacer justo cuando fue detenido, el 31 de agosto de 2016.

Para corroborar este extremo, el abogado defensor de Jose M.M., Marcos García Montes, ha resaltado que su defendido ya había requerido sus servicios y estaban pendiente de un trámite para presentarse ante la policía.

Y ha subrayado que cuando fue detenido no exhibió ninguna documentación falsa, que se encontraba en compañía de sus padres, hermana y sobrinas y "no fugado de la justicia".

También ha hecho hincapié García Montes en que el cotejo de las pruebas biológicas "no implican en nada" a su defendido, quien ha reconocido, a preguntas de su abogado, que desde que está en la cárcel se ha tranquilizado mucho "sabiendo que no había nada contra él" y ha recalcado que, en estos momentos, ya no consume ningún tipo de droga, "lo he dejado todo", ha dicho.

Respecto a los dos fallecidos -David F.V. y Miguel Ángel C.J.- y también a preguntas de García Montes, el acusado ha reconocido que el primero le había robado una moto unos días antes y los ha calificado a los dos de "conflictivos" pues, a menudo, se les veía "con los ojos morados y arañazos en la cara" y, justo, un día antes de los hechos que se juzgan se había peleado con Ángel M.M.

El juicio continúa esta tarde con la declaración de los dos acusados de encubrimiento, para los que el fiscal pide 15 meses de prisión para cada uno de ellos y a los que el acusado ha exculpado durante su declaración.

En este juicio, que está previsto que dure hasta el próximo día 14, están llamados a declarar una treintena de testigos, en su mayoría agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, y más de 15 peritos, entre ellos tres médicos forenses, facultativos del Servicio de Criminalística del Instituto de Toxicología y de la Guardia Civil, y se aporta además numerosa prueba documental.