La reciente aparición de un lobo ibérico en la provincia de Ciudad Real, que se daba por desaparecido desde hace décadas, ha desatado una viva polémica entre cazadores y ecologistas y también algunas críticas de estos últimos a la "pésima gestión" de la Consejería de Desarrollo Sostenible de la Junta de Castilla-La Mancha.

El ejemplar fue grabado por cazadores hace días en la localidad de Cabezarados, entre Puertollano y Almadén, y la Junta de Comunidades intenta hacer un seguimiento del animal, tal como confirmó la pasada semana la consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, quien reconoció que no se habían vuelto a tener pistas de su paradero, tal como ha informado EL ESPAÑOL EL DIGITAL CLM.

El avistamiento del animal en esta zona provocó que la Fundación de Cazadores Artemisan solicitara a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, la desprotección del lobo ibérico y su retirada del Listado de Especies en Régimen de Protección Especial con el objetivo de recuperar el control, debido al incremento de la población de lobos en Europa y al enorme impacto que tiene en la cabaña ganadera y en la fauna silvestre.

Carta a la ministra

En una carta remitida a la ministra, esta fundación ha recordado que los últimos datos científicos confirman un aumento de la población el 26 % en los últimos años, concretamente desde la realización del último censo nacional, entre los años 2012 y 2014. Según estos datos, actualmente se puede hablar de la presencia de unas 400 manadas compartidas entre comunidades autónomas y unas 380 exclusivas, lo que supone una población de unos 2.800 ejemplares en España.

Ante esta iniciativa de Artemisan, la organización Ecologistas en Acción de Ciudad Real ha denunciado "el oportunismo de los cazadores" y la "pésima gestión del Gobierno de Castilla-La Mancha", tachando de "lamentable" que la Fundación y su representante, Luis Fernando Villanueva, no hayan dudado en solicitar esta desprotección del lobo ibérico en España.

Para los ecologistas ciudadrealeños, el "lobby de la caza" está incapacitado para la gestión de una especie "que siempre han visto como un enemigo a extinguir". Y han recordado que "las escopetas y la estricnina, bajo el auspicio de las Juntas de Extinción de Alimañas franquistas, acabaron con el lobo ibérico en Castilla-La Mancha y en Ciudad Real, por lo que cazadores y ganaderos no pueden dar lecciones de conservación de esta especie".

Miedo e incomptencia

La organización ecologista cree que el caso del lobo que fue avistado en el término municipal de Cabezarados ha demostrado "el miedo y la incompetencia" de la Consejería de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha ante la aparición de esta especie y las presiones de ganaderos y cazadores de la zona, "que no quieren realmente a esta especie en la provincia de Ciudad", siempre según Ecologistas en Acción. 

Este colectivo considera que la única información disponible, el video del lobo grabado por cazadores, desmiente la existencia de una cojera en este ejemplar y deja traslucir "un posible argumentario de las autoridades ambientales para justificar su captura".

Los ecologistas dudan también del posible seguimiento de la especie a través de huellas y excrementos en un entorno cinegético y ganadero donde, además del lobo, están presentes perros de rehalas y perros que guardan los ganados de la zona. Se sorprende de que la Junta no haya solicitado colaboración al Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), donde existen expertos en seguimiento de la fauna por fototrampeo.

Radiomarca

Ante las afirmaciones de capturar al lobo para llevarlo a un sitio mejor, donde haya una población asentada de la especie, fuera de Ciudad Real, Ecologistas en Acción muestra su rotunda oposición y afirma que la única opción que admitirían es la captura de este ejemplar para radiomarcarlo y volver a soltarlo en la zona donde apareció.

De esta manera, "se podrá obtener una información muy valiosa sobre los procesos de dispersión y ocupación de una zona donde se extinguió hace décadas y estudiar las posibles interacciones con el ganado", han argurmentado.

El biólogo Álvaro Chicote ha explicado a Efe que "lo más importante a resaltar es la gran oportunidad que se nos brinda para conocer mejor la biología y la capacidad de dispersión de la especie, debiendo realizarse  un esfuerzo para intentar conocer de dónde ha venido y por dónde se mueve, ya que eso puede darnos pistas para conservar los corredores ecológicos y mejorar la implantación de una especie emblemática de nuestros ecosistemas".

Recolonización

También ha dicho que "conocer mejor su comportamiento y capacidad de adaptación serán claves para el éxito de su recolonización, algo de lo que nos tendríamos que sentir orgullosos todos los castellano-manchegos".

Ha advertido también de que la aparición de este lobo "es un proceso de dispersión y distribución natural en el que nadie, incluida la administración, debería actuar" y ha agregado que "capturarlo y llevarlo a otro lugar sería una injerencia carente de base científica y sin fundamento en la conservación de la especie".

Los ecologistas consideran que es necesario tener en cuenta las funciones ecológicas y los muchos beneficios que reporta el lobo ibérico, las cuales superarán siempre a las pérdidas que infrinja a la ganadería.

Y han recordado que "el lobo está en la cúspide de la cadena trófica de los ecosistemas, limitando la sobrepoblación de herbívoros al reducir la densidad de animales enfermos y de especies vectores de enfermedades al actuar como carroñeros".