El Ayuntamiento de Ciudad Real ha sido vallado por agentes de la Policía Local y se ha cerrado al paso a viandantes después del desprendimiento de cascotes procedentes de la fachada que se registró ayer, domingo.

El desprendimiento de estos cascotes obligó ayer a intervenir a la Policía Local y a los bomberos del servicio de Emergencia 1006, que se desplazaron hasta la céntrica Plaza Mayor para revisar la fachada del Consistorio.

Según han informado fuentes del Ayuntamiento, la decisión se ha tomado ante el riesgo de que se pudieran producir nuevos desprendimientos de pequeños fragmentos.

Los bomberos, han indicado las mismas fuentes, han procedido a sanear algunas zonas para evitar peligros a los viandantes y la intención del Consistorio es hacer una revisión completa de la fachada del edificio en las próximas horas.

Las mismas fuentes han señalado que estos pequeños desprendimientos no han causado ningún daño.