El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page ha lamentado la existencia de "un submundo en el ámbito de los lobbies" en España, un entramado "que está empezando a aflorar de una u otra manera".
El barón autonómico ha considerado que los lobbies "van a dar mucho que hablar en los próximos tiempos" y ha recordado que "en otros países" el trabajo de los grupos de presión "está más regulado e intervenido".
Sin embargo, "en España forman un magma que todos los que nos dedicamos a la administración pública sabemos que está ahí".
No obstante, Page ha apostado por separar a la gente "que lo hace bien y se comporta conforme a la ética de las leyes", de aquellos que no lo hacen.
Además, el jefe del Ejecutivo regional ha pedido "una explicación clara" sobre la imputación del exministro Cristóbal Montoro por supuestos favores a empresas del ámbito energético desde el Ministerio de Hacienda.
Asimismo, ha urgido a "una explicación clara de la formación política que amparó estas cosas y que no pueden, de ninguna manera, esconderse". A los dirigentes del PP les ha invitado a "dar la cara y explicar lo que supuestamente ha sucedido".
Page se ha mostrado sorprendido por no haber conocido estos hechos antes y ha añadido que este "fenómeno de corrupción" tiene para él "una especial trascendencia" porque Montoro se dedicó a "darle tijeretazos a los servicios públicos".
Aquellos ajustes se produjeron "en medio de unos inmensos dolores de recortes que padecimos más que en ningún sitio en Castilla-La Mancha", ha contado, una alusión al Gobierno regional que presidió María Dolores de Cospedal.
Con todo, ha mostrado su confianza en la justicia porque, en medio de "tanto ataque" al sistema judicial español, a la UCO o la Policía Nacional, han seguido actuando siete años seguidos "para terminar imputando al ministro".
"Realmente en este caso se puede decir que el sistema judicial no discrimina", ha subrayado.
También contra Montero
Respecto al proyecto de financiación autonómica que el Gobierno de España pretende aprobar, Page ha trazado una analogía con los "conatos de incendio que estamos apagando" y ha confiado en que quede en un mero intento "para vergüenza de algunos y memoria de la mayoría".
El jefe del Ejecutivo regional ha remarcado que el plan negociado por el Estado y la Generalitat de Cataluña "no tiene viabilidad posible" y "es absolutamente infumable", una condición sobre la que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, "sabe más que nadie", dado que "lo decía ella misma hace muy pocas fechas".
Page ha tildado de "doloroso" el plan bilateral que aspira a consagrar un "privilegio". Para el responsable autonómico, lo peor es que "quieran hacer a todos pasar por la rueda y nos tomen por tontos".
Desde Castilla-La Mancha han reclamado al Gobierno central "que hablen a la sociedad española con madurez, que mucho sabemos de qué va la cosa y sabemos cuáles son los intereses de los independentistas".
En todo caso, Page ha lamentado la transformación del PSOE como la mayor conquista de los partidos secesionistas. "Han conseguido que en un partido que siempre habíamos tenido clara la unidad de España y la igualdad entre los españoles nos desviemos de lo que son nuestros valores más esenciales".
El barón socialista ha recordado el afán de los independentistas por "tener más que los demás" y la creencia de muchos que "piensan que pueden engañar a todos los españoles".
En todo caso, la existencia de una voz crítica, donde Page se incluye, impide al Gobierno. "Nos leemos los papeles, los documentos y sabemos dónde van las cosas".
Un presupuesto o un sistema de financiación es "el mejor retrato de un proyecto político", ha añadido. "Si alguien quiere retratarse como insolidario, rompiendo la igualdad de los españoles, ese es el momento".
Además, ha recordado que en 2012 el PP de Cataluña planteó un sistema de financiación singular para Cataluña, una iniciativa ante la que tanto el PSOE como el PSC "pusieron el grito en el cielo".
En aquel momento, los socialistas advirtieron que supondría "la mayor ruptura de la igualdad entre los españoles", una actitud que contrasta con la actual. A los dirigentes de Moncloa y Ferraz les ha pedido que "no pongan en el mercado los valores y los principios esenciales" que caracterizan cualquier proyecto político.