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"Triste" por haber percibido que España es "un puzle roto" que se ha convertido en "presa del frentismo". "Decepcionado" por no haber conseguido ni un solo compromiso por parte del Gobierno de España, ni temporal ni formal, sobre la revisión del caducado sistema de financiación autonómica.

Así salió el presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, de la tensa e infructuosa Conferencia de Presidentes celebrada este viernes 6J en Barcelona. Una cita que será recordada como paradigma del momento político que vive España, con todos los puentes rotos entre el PSOE y el PP.

Aunque la insalvable distancia que separa a Pedro Sánchez y los presidentes autonómicos populares, no parece ser menor entre el secretario general del PSOE y el barón castellanomanchego.

Tras la cita, Page presentó lo que podría considerarse prácticamente una enmienda a la totalidad del proyecto de Pedro Sánchez tanto al frente del PSOE como del Ejecutivo Nacional.

Volvió a pedir en la rueda de prensa posterior un adelanto electoral que impida que los comicios autonómicos y municipales de 2027 queden contaminados por la situación nacional. Además, recordó de nuevo que gobernar no es permanecer "formalmente" en el Gobierno, sino hacerlo teniendo la capacidad de cumplir con el programa electoral comprometido con los ciudadanos.

Y mandó varios torpedos contra la línea de flotación que sostiene a su propio partido en el Gobierno. "El PSOE de ahora es el mismo que el de antes, pero las políticas no son las mismas. Tampoco son los mismos ni las alianzas ni los límites", añadió en clara referencia a los pactos y las concesiones que ha firmado Sánchez con los socios independentistas y que le permiten sobrevivir en Moncloa.

De igual forma, sobre la posibilidad de que Cataluña pacte una financiación singular negociada bilateralmente con el Ejecutivo, Page volvió a rechazarlo de plano y lanzó otro dardo directo a Ferraz: "El problema es por qué algunos se olvidan de haber dicho esto mismo. Cuando lo propuso el PP; quien más duro contestó fue el PSOE y el PSC, que dijeron que sería la mayor ruptura de la igualdad en España".

Insultos y nerviosismo

Y también tuvo un momento para censurar la actitud de los dirigentes socialistas, como el ministro Óscar Puente, que han tratado de desacreditar públicamente a Eduardo Madina por pedir explicaciones a la Ejecutiva del PSOE por el "esperpéntico" caso Leire.

"Los insultos son malos entre adversarios y bastante peores entre compañeros", argumentó Page, que continuó: "A veces soy crudo, duro y vehemente, pero intento no llevarme por el insulto. Quien lo hace es porque no tiene otro argumento y muestra debilidad; incluso nerviosismo y miedo".

Ya el pasado mes de octubre, una vez destapado el caso Ábalos, el presidente de Castilla-La Mancha ya mostró su "preocupación" por los casos de presunta corrupción que "llevan meses goteando en el PSOE", alertando de que la situación podía acabar convirtiéndose en un "ciclón" arrasador para el partido.

Intento de interrupción

El frío saludo entre Page y Sánchez antes de empezar la Conferencia de Presidentes ya presagiaba que las cosas no iban a fluir entre ellos dentro del Palau de Pedralbes. Menos aún de la postura crítica evidenciada casi a diario por el castellanomanchego y después de filtrarse los mensajes de WhatsApp que Sánchez mandó a Ábalos ya en 2020 pidiendo que Page dejase de "tocar los cojones".

Como ocurrió en la anterior Conferencia, celebrada en Santander en diciembre de 2024, el presidente del Gobierno volvió a tratar de interrumpir a su homólogo castellanomanchego cuando consumió los 10 minutos estipulados en su turno de palabra.

En esta ocasión, Page dejó claro que "no iba a aceptarlo" debido a lo trascendente de la cita. "Pensaba que en esta Conferencia de presidentes no sería interrumpido", reprendió a Sánchez, tal y como ha venido informando EL ESPAÑOL - EL DIGITAL CLM.

Sin avances

Al final, Page salió de Pedralbes sin un solo avance que le permita ser optimista pensando en que pueda solventarse la infrafinanciación que padecen comunidades como Castilla-La Mancha, Andalucía, Murcia y Valencia con el actual sistema, caducado desde hace más de 10 años.

“He exigido por dos veces, sin recibir contestación, que haya un calendario ya, que sepamos a qué atenernos, y que el Gobierno ponga sobre la mesa una propuesta inicial", lamentó el barón castellanomanchego ante los medios de comunicación. Antes había acusado al Estado de "hacer caja" con los impuestos.

Este sábado, su consejero de Fomento, Nacho Hernando, ha echado más leña al fuego. Ha criticado no solo que el Gobierno de Sánchez se cierre en banda con la reforma de la financiación autonómica, sino que pretenda lanzar la "patata caliente" de la falta de vivienda que padecen los españoles a las comunidades.

"El nuevo planteamiento del Gobierno central en torno al gasto en Vivienda supone que la comunidad autónoma pase a multiplicar casi por siete la aportación que venía planteando, sin haber hablado antes de ningún tipo de nuevo reparto de financiación autonómica", ha denunciado Hernando.

Nacho Hernando, consejero de Fomento de Castilla-La Mancha, este viernes en Barcelona.

El consejero también ha puesto cifras al problema: el nuevo plan estatal de vivienda exige a Castilla-La Mancha pasar de aportar 17 millones a 112. Todo, sin haber reformado el modelo de financiación. "¿De dónde lo tenemos que sacar, entonces? Porque el dinero no es infinito", ha recordado.

"Alguien nos tiene que decir si prefieren que lo quitemos de los hospitales que están en obra; si prefieren que lo quitemos para bajar la ratio en los colegios; si prefieren que lo quitemos para atender a las personas mayores con dignidad; o de poder dar menos prestaciones para personas con dependencia… Por algún lado tiene que romper". Es lo que Page, en la víspera, criticó como el modelo "yo invito y tu pagas" del Ejecutivo central.