El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha valorado los avances en la lucha contra la despoblación en los cuatro años transcurridos desde que se firmó el Pacto contra la Despoblación, incluso superiores a lo que se preveía, también gracias a la ley autonómica que se ha aprobado.

En un vídeo que se ha difundido este domingo en las redes sociales, García-Page ha recordado que hace cuatro años se formalizó este Pacto contra la Despoblación en Brihuega (Guadalajara), por parte de la inmensa mayoría de los agentes sociales de Castilla-La Mancha con el Gobierno regional, para afrontar un problema "difícil" que "no se puede resolver ni de la noche a la mañana, ni con un milagro", ha matizado.

Al contrario, la despoblación es uno de los problemas "que requieren estrategia, tesón, constancia, intentar cambiar el curso de los acontecimientos y de la propia vida social", ha considerado el presidente castellomanchego.

En este sentido, ha destacado que la firma del Pacto contra la Despoblación en Brihuega "marcó el comienzo de una estrategia" que se ha materializado después en Ley de Medidas Económicas, Sociales y Tributarias frente a la Despoblación y para el Desarrollo del Medio Rural en Castilla-La Mancha, que sigue siendo la única que hay en España, ha apuntado García-Page, que ha lamentado que no haya otras en otros territorios.

La inclusión en esta norma de medidas fiscales preferenciales para las zonas en despoblación "ha marcado un cambio de la mentalidad de casi todos los márgenes de servicios públicos", ha subrayado García-Page.

Y ha añadido: "Nos hemos autoexigido priorizar y tomarnos en serio el fenómeno de la despoblación, sabiendo que estamos hablando de la despoblación obligatoria, de aquella que hace que la gente se tenga que marchar porque le falta lo básico".

García-Page ha hecho hincapié en que esta ley blinda los servicios públicos en el medio rural para que los habitantes de las zonas afectadas por la despoblación (que estén riesgo o donde ya sea intensa o extrema) puedan acceder a ellos en igualdad de condiciones que aquellos que viven en las ciudades o municipios de mayor tamaño.

Un antes y un después en la lucha contra la despoblación

Según el presidente de Castilla-La Mancha, la aprobación de esta normativa autonómica "ha supuesto un antes y un después en la lucha contra la despoblación", que se plasma en la concesión de 1.400 ayudas de inicio de actividad en estas zonas por un importe total de 1,2 millones de euros.

También se ha referido a las mejoras en el ámbito educativo, como las actuaciones en centros ubicados en las zonas más despobladas o las escuelas rurales en 250 pequeños municipios de la región, así como en materia sanitaria con 101 centros de salud, 825 consultorios locales y 458 farmacias en zonas en riesgo, intensa y extrema despoblación.

Además, la ley ha permitido que por primera vez se aplique la fiscalidad diferenciada como una herramienta más para hacer frente al problema demográfico, lo que se ha traducido en que en la última campaña de la renta, 81.929 personas fueron beneficiarias de estas deducciones, un 30 por ciento más que el año anterior, ha apuntado García-Page.

Los efectos positivos de la ley se han reflejado también en que Castilla-La Mancha es receptora de población con un saldo migrante positivo de 42.492 personas desde que entró en vigor 2021, mientras que 11.368 personas han elegido las zonas de extrema, intensa y en riesgo de población para vivir, ha añadido.

Después de cuatro años, la estrategia fijada en Brihuega "está dando resultados, incluso antes de lo que algunos nos imaginábamos, porque sabíamos que el tratamiento requería de largo tiempo", ha admitido el presidente de Castilla-La Mancha.

Al respecto, ha subrayado: "Se está notando en la población, se está notando en los empadronamientos, se está notando en los proyectos de inversión que van vinculados ya no sólo a zonas urbanas, sino también rurales, y desde luego se está notando, y mucho, en la consolidación de los servicios públicos.

"Estamos en el camino correcto", ha mantenido García-Page, aunque ha matizado: "Lo verdaderamente importante es saber que no puede quedar en un titular, ni en flor de un día, tiene que ser una política estructural para bastante tiempo".