El primer día de la campaña electoral ha empezado fuerte en Castilla-La Mancha. El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, se ha desplazado hasta Toledo para arropar a Paco Núñez y Carlos Velázquez, candidatos 'populares' a la Presidencia de la Junta de Comunidades castellano-manchega y a la Alcaldía de Toledo, respectivamente.

Los tres han intervenido en un mitin organizado por el PP en el céntrico Parque de la Vega de la capital toledana. Al concluir el acto, que ha comenzado a la una de la tarde y ha congregado a unas 600 personas, el partido tenía preparadas bebidas y carcamusas para todos los allí presentes. Se había echado encima la hora de comer.

"¿Carcaqué?", se preguntaba alguna periodista de Madrid que desconocía la existencia de la joya de la gastronomía local. Carne de cerdo con chorizo, guisantes y una salsa de tomate ligeramente picante. "Están buenísimas", decía mientras degustaba una ración servida en un plato de cartón terminando su crónica. 

Carmen Fúnez y Alberto Núñez Feijóo en Toledo. Javier Longobardo

Pero los protagonistas del evento, después de una intensa sesión de selfis con los afiliados y simpatizantes, no se quedaron en el parque a probarlas. Núñez Feijóo, Paco Núñez y Carlos Velázquez cruzaron una calle para comer en el cercano y tradicional restaurante Hacienda del Cardenal, enclavado en plena muralla toledana. 

Según ha podido saber este periódico, los tres líderes políticos compartieron mesa y mantel con otras tres personas más: la ciudadrealeña Carmen Fúnez, vicesecretaria de Política Social y Reto Demográfico del PP; Carolina Agudo, senadora y secretaria general del PP de Castilla-La Mancha; y Manuel Borja, jefe de campaña de Paco Núñez. Una ensalada y el típico cochinillo lechal de la casa fue el menú que degustaron. 

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Curiosamente, en el mismo restaurante se encontraron con otras tres figuras relevantes del PP de Castilla-La Mancha: los diputados nacionales Vicente Tirado, Rosa Romero y Antonio Román, que habían asistido al acto organizado por el partido. Pese a que los dos grupos se saludaron, comieron en mesas separadas. 

Al parecer la sobremesa no pudo alargarse puesto que Núñez Feijóo tuvo que partir raudo hacia Valladolid, su siguiente destino en este primer día de campaña. Le habían avisado de que una fuerte tormenta que caída en la carretera le iba a complicar llegar a tiempo.