Los afiliados y trabajadores de la ONCE están aprovechando este período de confinamiento para llevar a cabo actividades como el deporte, el baile o el teatro, lo que contribuye a su orientación espacial y a su expresión corporal.

Además de ocupar su tiempo libre en este momento tan complicado, estas actividades contribuyen también a su desarrollo personal y, con ellas, consiguen mantener viva la ilusión durante estos días.

Alonso Vaquerizo Pérez, un niño de Miguelturra (Ciudad Real) de cuatro añitos, está aprendiendo pasos de baile gracias a su madre, Julia, propietaria de una academia de baile que le está enseñando diferentes movimientos.

Cristina Chamorro Muñoz, trabajadora de la Delegación Territorial de la ONCE en Toledo, también emplea su tiempo libre durante el confinamiento en bailar junto a su marido, José. Ambos siguen activos laboralmente, pero bailar es algo que siempre le has unido y ahora lo practican en casa.

Todos ellos muestran cómo se puede ocupar el tiempo en estos momentos de reclusión, con la ilusión y la esperanza de poder regresar a las calles dentro de poco, pero aprovechando al máximo cada minuto de confinamiento.