La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha aprovechado este viernes su último discurso en el cargo para dejar claro que deja el puesto "sin cuentas pendientes" y ha llamado a cerrar el cónclave del que Soraya Sáenz de Santamaría o Pablo Casado saldrán este sábado como sucesor de Mariano Rajoy "con unidad, grandeza, integración y generosidad".

Antes de intervenir, María Dolores de Cospedal no ha podido contener las lágrimas cuando ha sonado el himno de España para arrancar el Congreso. La ex ministra de Defensa y ex presidenta de Castilla-La Mancha, situada junto a Rajoy, ha sido captada con los ojos humedezidos mientras permanecía en pie y en la pantalla gigante se mostraba una gran bandera de España.

Cospedal, que fue la tercera candidata más votada por los afiliados en la primera vuelta de las primarias, por lo que no pasó el corte, ha mostrado públicamente su apoyo a Pablo Casado aunque ha asegurado que lo hace a cambio de ningún cargo de responsabilidad en el partido. De hecho, varios medios de comunicación han publicado que Cospedal, que sigue presidiendo el PP de Castilla-La Mancha, tiene decidido abandonar la primera línea política para ejercer como abogada en el sector privado.

Ella, por el momento, no ha confirmado ni desmentido estas informaciones. Sin embargo, durante su intervención en el Congreso del PP ha pronunciado unas palabras que pueden interpretarse como una despedida de la primera línea política: "Hoy dejo el Partido Popular pero vosotros nunca os vais a marchar de mí esté donde esté, porque en cualquier caso yo siempre voy a estar con mi partido".

El PP castellano-manchego tiene previsto elegir durante este mismo verano el que será su candidato a la Presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en las elecciones autonómicas de 2019. Salvo giro inesperado de los acontecimientos, María Dolores de Cospedal no tiene intención de optar de nuevo a presidir la comunidad autónoma ya que su decisión es abandonar la primera línea política.

Un discurso cargado de emoción

En su intervención durante el Congreso Extraordinario del PP se le ha quebrado la voz en un par de ocasiones. La hasta ahora 'número dos' del PP, que no logró pasar a la segunda ronda de las primarias, ha defendido la gestión de Mariano Rajoy, al que ha dedicado elogios, y también ha pedido a Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado, los dos candidatos a sucederle en la Presidencia, que construyan un "relato de ilusión, decencia y modernidad que sea atractivo para la sociedad española".

En un discurso en el que se ha mantenido neutral, pese a no haber ocultado su apoyo a Casado durante los últimos días, Cospedal ha pedido afrontar el cónclave "sin angustias ni miedos" y que tras la votación de este sábado se trabaje con "integración y solidaridad" para que todos puedan "salir unidos y fortalecidos", con el afán de volver al Gobierno.

El aspirante a la Presidencia del partido, Pablo Casado, se ha levantado a aplaudir a Cospedal mientras salía al estrado, mientras que su contrincante, Soraya Sáenz de Santamaría, ha tardado un poco más en ponerse en pie, eso sí, aplaudiendo.

Adiós tras diez años en el cargo

Cospedal ha arrancado su intervención citándose a sí misma y releyendo parte del discurso que pronunció hace "diez años y un mes" cuando fue elegida secretaria general en el Congreso que el PP celebró en Valencia y que presidió la exalcaldesa de esa ciudad, la fallecida Rita Barberá, a la que ha mencionado para recordarla.

"Somos el mejor partido de España porque tenemos los mejores afiliados y simpatizantes, somos un partido fuerte y estamos demostrando que queremos tener un partido unido y abierto a la sociedad y unos dirigentes que defienden principios y valores que se traducen en trabajar por y para el bien de los españoles", ha dicho Cospedal, incidiendo en que hoy podría repetir esas palabras "tal cual".

A Cospedal se le ha quebrado la voz al confesar que cierra esta década "con el convencimiento y la conciencia" de haber vivido uno de los "mayores honores" de su vida "personal y profesional" y de haber dado "todo lo que tenía dentro" por el PP, sin el que no puede "entender" su vida.

La también expresidenta de Castilla-La Mancha se ha mostrado "absolutamente segura y completamente convencida" de que quien se encargue de tomar las riendas del partido seguirá "manteniendo la llama viva" del partido y ha proclamado que entrega el testigo de la Secretaría General "con la conciencia tranquila, sin cuentas pendientes" y con su "lealtad intacta" al partido, sus afiliados y su presidente, Mariano Rajoy.

"Pido perdón a todos los que haya podido ofender o herir, siempre hice lo que consideré que era más justo y he procurado no dejarme llevar nunca ni por inclinaciones ni amistades personales haciendo lo mejor para todos. No albergo absolutamente ninguna frustración y por eso os quiero dar las gracias a todos. Dejo la Secretaría General con el sentido del deber cumplido y con el orgullo de pertenecer a un partido que quiere a España", ha sentenciado.

En otro momento de su intervención, la exministra de Defensa ha querido agradecer a su marido Ignacio López del Hierro y a su hijo que siempre tuvieran "una buena cara ante ausencias tan numerosas y a veces ante infamias tan injustas".