El grupo socialista en las Cortes ha defendido la utilización de desaladoras como una de las soluciones al problema del agua, mientras que el PP ha apostado por no poner fronteras a los ríos y ser solidarios entre regiones.

A preguntas de los periodistas sobre la manifestación que han convocado hoy los regantes del Levante en Madrid para exigir soluciones al déficit hídrico, la diputada socialista en el parlamento castellanomanchego Ana Isabel Abengózar ha invitado a los regantes a hacer una visita a los embalses de cabecera para que puedan comprobar que "mirar al Tajo no es la solución a sus problemas".

Abengózar ha destacado que, a pesar de las lluvias de los últimos días, los pantanos almacenan "muy poca agua" y ha apostado por buscar alternativas al trasvase Tajo-Segura como el uso de las desaladoras, "porque seguir trasvasando agua cuando en Castilla-La Mancha se necesita no puede ser la solución", ha aseverado.

En la misma línea se ha expresado en otra rueda de prensa la vicesecretaria y portavoz regional del PSOE, Cristina Maestre, que ha calificado de "dramático" que el PP "pierda esta ocasión de lujo para posicionarse y estar dónde tiene que estar: defendiendo los intereses de Castilla-La Mancha".

De sus ciudadanos y de sus agricultores, ha continuado, "que ven cómo el Partido Popular no pide disculpas por el Memorandum firmado contra los intereses de nuestra tierra ni hace entender a sus propios compañeros que en Castilla-La Mancha no tenemos agua, ni tampoco desaladoras ni mar para regar", ha concluido.

El PP, contrario a poner "fronteras a los ríos"

Por su parte, el portavoz adjunto del PP en las Cortes regionales, Carlos Velázquez, ha asegurado que la solución al problema del agua "no pasa por poner fronteras a los ríos, sino por ser solidarios entre regiones".

En este sentido, ha defendido un Pacto Nacional por el Agua en el que estén todas las comunidades autónomas para poner fin a un problema que, en su opinión, "viene siendo utilizado de manera torticera por el PSOE para tratar de sacar rédito político".

Velázquez ha apostado por el agua "como elemento de cohesión y no como confrontación entre regiones y territorios" y ha tachado de "ilógico" tratar de poner fronteras a los ríos y al agua.