El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha comenzado este miércoles su intervención en el Debate sobre el Estado de la Región haciendo gala de su españolismo y garantizando su lealtad al Gobierno de España ante el desafío independentista catalán.

Tras semanas de críticas llegadas desde el PP por mantener como vicepresidente segundo del Gobierno al líder de Podemos Castilla-La Mancha, José García Molina, que defiende la celebración de un referéndum legal y pactado en Cataluña, García-Page se ha mostrado contundente: "La soberanía es nacional e indivisible. Rechazo desde aquí el derecho a decidir si no es entre todos. Todos los parlamentos regionales somos hijos de la Constitución española".

García-Page también se ha comprometido a "mantener una actitud leal con todas las instituciones del Estado, también con el Gobierno de España, hasta el punto de callarme las cosas que no comparto o que yo haría de otra manera".

El jefe del Ejecutivo autonómico ha pedido "mano izquierda para no resquebrajar los hilos conductores de emotividad, de sentimientos y de convivencia con la sociedad catalana", aunque ha advertido: "Si alguien (en referencia a Cataluña) quiere ponerle alguien precio al sentimiento, aquí sentimos tanto o más. Es ese debate contamos todos y en ese mercado, si se abre, entramos todos, aunque hacerlo no es ni moral ni institucionalmente aceptable". "No puede terminar cambiando sentimientos por dinero", ha añadido.

Un conflicto a tres ritmos

Tras destacar que los últimos 40 años han sido el mayor periodo de paz, ha puesto en valor que "la transición fue trascendente" para superar retos, por lo que ha apostado por un "planteamiento que pase por claves del pasado con ideas nuevas". "Estos 40 años los hemos protagonizado entre todos, no es cosa de un 'mandamás' ni un 'mandamenos'", ha aseverado.

Como reflexión, ha explicado que en el conflicto catalán hay que tener claro "tres ritmos: el primero de corto plazo, un segundo en el medio plazo y un tercer plazo" de mayor duración. "Ante el órdago planteado, hay que tener claro el debate de cómo hemos llegado hasta aquí, en qué medida hablamos de nuestra Carta constitucional y recomponer la convivencia entre los ciudadanos de España", ha asegurado.