Es la pregunta que muchos se hacían este martes dentro y fuera de Castilla-La Mancha: ¿Por qué CCOO ha otorgado su preciado galardón en memoria de los abogados de Atocha asesinados vilmente hace 42 años en Madrid a la periodista Rosa María Mateo? Es una pregunta a la que no podemos responder, pero que seguirá en el aire teniendo en cuenta la serie de polémicas que Mateo está suscitando en el mundo político y de la comunicación desde que fue nombrada administradora única de RTVE por el Gobierno de Pedro Sánchez.

Según los promotores del Premio Abogados de Atocha, se trata de reconocer la trayectoria profesional de Rosa MarÍa Mateo "dedicada a garantizar el derecho a la información, para que los ciudadanos puedan tener criterio y actuar en libertad".  Este galardón, con el que el sindicato reconoce a aquellas personas o instituciones que destacan en la defensa de los Derechos Humanos y la lucha por la libertad, valora en este caso la contribución de la periodista burgalesa a que la información "cumpla el papel de derecho fundamental" y por su "independencia demostrada frente a los poderes políticos". "La trayectoria continuada y su trabajo abnegado y heroico en defensa al derecho a la información" han motivado la concesión del galardón a Rosa María Mateo, ha explicado el presidente de la Fundación Instituto de Estudios Sociales,  Antonio Arrogante, que ha recordado que fue la encargada de leer, "por acuerdo de todos los partidos políticos", el manifiesto tras la multitudinaria manifestación contra el intento del golpe de estado de Tejero el 23 de febrero de 1981.

Resulta algo llamativo el uso de términos y frases tan rotundas como "defensa de los derechos humanos", "lucha por la libertad", "independencia frente a los poderes políticos" o "trabajo abnegado y heroico en defensa del derecho a la información" aplicado a Rosa María Mateo. No es fácil encontrar constancia de los momentos en que esta veterana periodista haya dejado huellas profundas en la defensa de los derechos humanos, por la libertad o por la independencia frente a los poderes políticos. Sobre esto último lo que se sabe a ciencia cierta es que siempre se sintió muy próxima al PSOE y que incluso hizo campaña a favor de Rubalcaba. Ahora ha sido nombrada para el cargo por un partido político, y en rigor no parece que haya sido por su independencia. Puede que también haya hecho un trabajo "abnegado" en defensa del derecho a la información, como cualquier periodista por el mero hecho de dedicar su vida a esta profesión, pero lo de la labor "heroica" parece un pelín exagerado que solo se entiende como argumento retórico para justificar la concesión. Ahora bien, si el premio es por haber leído el manifiesto en la multitudinaria manifestación contra el golpe de estado de Tejero entonces no hay nada que objetar al galardón a Mateo.

Es verdad que Rosa María Mateo fue la cara más visible de los informativos de la televisión pública de los primeros años de la democracia, pero también lo es que en cuanto llegaron las privadas dejó TVE, pese a que todavía le quedaban unos cuantos años de Gobierno al PSOE de su admirado Felipe González. Resulta además que la heroica defensora del derecho a la información ha reducido la audiencia de los informativos de TVE a mínimos históricos en el corto espacio de tiempo que lleva al frente de este medio público. Y además ha conseguido unir a todos los sindicatos del ente contra ella, excepto CCOO, que la premia desde Castilla-La Mancha. Y por si fuera poco, se ha visto implicada en una agria polémica por haberse descubierto que mantiene una sociedad instrumental con la que ha eludido el pago de al menos tres impuestos durante años. Son las luces y las sombras de la flamante ganadora del Premio Abogados de Atocha 2019.