Liberbank ultima todavía la integración definitiva con la desaparecida CCM, dando así fin a la era de reestructuración del sistema bancario español provocada por la crisis financiera. En la misma situación se encuentra Unicaja con  España Duero (Ceiss), las dos antiguas cajas que adquirieron durante la tormenta y fueron saneadas por las autoridades.

Liberbank está todavía pendiente de cerrar algunos flecos para obtener todos los permisos de las autoridades competentes (Ministerio de Economía, Banco de España y Banco Central Europeo), y poder culminar en los próximos meses la integración para tenerla concluida antes de que finalice el año. “Todos los trámites están avanzados y en un periodo razonable se producirá la integración definitiva”, señalan fuentes de la entidad asturiana. El plan de fusión ejecutado ha constado de varias vertientes, no todas al mismo nivel de desarrollo: el de clientes está todo ya integrado; en el lado tecnológico, se está trabajando en unir los dos sistemas en uno, pero al ser los dos son iguales se trata de un proceso sencillo. De esta forma, en cuanto Liberbank tenga los permisos que aún  faltan se podrá  poner una fecha concreta al momento en el que se ejecutará la fusión por absorción de CCM y Liberbank.

Liberbank aprobó el pasado 23 de marzo el proyecto para culminar la integración definitiva de CCM. Como el banco dirigido por Manuel Menéndez es dueño del 100% de la antigua caja castellano-manchega, en la operación no habrá ningún canje ni intereses minoritarios que compensar: los títulos de la entidad absorbida desaparecerán. La integración de la antigua caja de ahorro castellano manchega con Liberbank supondrá no solo su desaparición como entidad en los registros del Banco de España, sino también su desaparición comercial. Liberbank será la enseña comercial única para todo el grupo, de forma que desaparecerá de los carteles la marca secundaria de Banco Castilla-La Mancha en las oficinas de los territorios donde todavía permanecía.