La participación estelar del presidente de Castilla-La Mancha y secretario regional del PSOE, Emiliano García-Page, en el programa Salvados de la Sexta del pasado domingo ha generado una gran expectación mediática y muchos titulares y comentarios en tertulias. EL ESPAÑOL EL DIGITAL CLM ha informado amplia y puntualmente sobre el programa y todo lo que allí ocurrió, con un Page sin complejos frente a las posiciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y expresando sus opiniones críticas con mucha claridad.

Entre los asuntos de máxima actualidad nacional abordados por Page se encuentran la amnistía, las negociaciones del sanchismo con el fugado Carles Puigdemont, la investidura de Sánchez, la división de España en bloques y el futuro de la legislatura que acaba de comenzar con la formación del nuevo gobierno. También se evidenció la intención del programa de escenificar la soledad de Page frente al sanchismo.

En un momento dado del programa, le preguntan al presidente de Castilla-La Mancha si está dispuesto a "dar la batalla" para convertirse en el próximo secretario general del PSOE y candidato a las elecciones generales, en sustitución de Sánchez, y la respuesta del líder castellano-manchego es inequívoca y rotunda. No tiene desperdicio: "Bajo ningún concepto. Lo he dicho un millón de veces. No sé por qué no me creen. No tengo la más mínima intención ni la más mínima posibilidad tampoco".

Es imposible decirlo con mayor claridad: Page no quiere, ni puede, ser el relevo de Sánchez al frente del PSOE. Un PSOE en el que, por cierto, el presidente de Castilla-La Mancha tampoco se siente solo frente al sanchismo. Se lo preguntaron directamente: "¿Se ha quedado solo con su postura en el PSOE?". Y la respuesta también fue directa: "En la forma, en la expresión pública, posiblemente es la imagen de mayor soledad. De fondo, no. Que va, que va". Parece claro que hay una insinuación de que, en privado, hay más dirigentes socialistas críticos con Sánchez, aunque sólo él sale a la palestra.