En el Levante están que trinan con lo que está ocurriendo con el trasvase Tajo-Segura. y no en realidad no parece que por el momento tengan razones para quejarse. El martes se aprobó una nueva derivación de agua del Tajo, en este caso de 12 hectómetros cúbicos, de los cuales solo cuatro y medio serán para regadíos.

Pero no es poco teniendo en cuenta que existe un volumen de agua trasvasada disponible en la cuenca del Segura "para abastecimientos y regadíos de 113,9 hm3 y un volumen autorizado no trasvasado de 12,6 hm3". Entrepeñas tiene 250 hm3 embalsados en estos momentos, es decir, apenas el doble que el agua travasada disponible en la cuenca del Segura.

Pese a todo, el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón (PP), ha criticado este mismo miércoles los "recortes políticos" que sufre el trasvase Tajo-Segura. "Basta de decir que el trasvase es una barbaridad. La barbaridad sería acabar con el trasvase", opina el dirigente "popular".

Mazón ha defendido también la necesidad de agua porque es una cuestión de justicia, según ha manifestado. Considera que "la barbaridad sería acabar con el trasvase", en una clara referencia a las palabras del ministra para la Transición Ecológica Teresa Ribera, cuando sostuvo que mantener el caudal de 38 hectómetros del Tajo al Segura era "una barbaridad".

"Tenemos una ministra en el Gobierno de Pedro Sánchez que dice que los trasvases son una barbaridad. Y tenemos un gobierno en la Generalitat Valenciana que todavía no ha puesto pie en pared o un puñetazo en la mesa ante semejante cuestión", ha subrayado el presidente de la Diputación alicantina.

Además, considera que el trasvase Tajo-Segura, "mes tras mes, trimestre tras trimestre, sufre recortes políticos. No técnicos, sino políticos". En este sentido, ha agregado que "si la lucha es contra el cambio climático, la mejor manera es reconocer que tan caudal ecológico es el de la cuenca que cede como el de la cuenca que recibe".

El también presidente del Partido Popular en la Comunidad Valenciana ha reiterado que "sólo del (trasvase) Tajo-Segura dependen más de 40 millones de árboles. Sin 40 millones de árboles tendríamos un desierto y, por tanto, ni tendríamos medio ambiente, ni tendríamos ecología, ni tendríamos transición ecológica".

En cuanto a la desalación, dice que "no puede ser la solución porque tiene un coste energético que cuadriplica y, por tanto, también es malo para el medio ambiente. Así, que el discurso verde está aquí también. El discurso de la sostenibilidad está aquí también".

Una forma del presidente alicantino de llevarse el agua a su molino que entra en clara contradicción con lo que piensan sus compañeros de partido de Castilla-La Mancha, que siguen apostando por un nuevo Plan Hidrológico Nacional en el que se conmtemple, entre otras muchas cosas, que nuestra región no sea la única cedente de toda España.