Pedro Sánchez ha conformado un gobierno del que se ha destacado que es el más numeroso en vicepresidencias y en ministros de la historia de nuestra democracia. También se subraya que frente a la opinión generalizada de que sería un gobierno muy político, el líder socialista ha optado por un buen número de técnicos. Y otro dato relevante es que desde el PSOE han hecho todo lo que estaba en sus manos para diluir la presencia del vicepresidente y los ministros de la cuota Podemos, que tienen poca competencia en el área económica y van a estar muy marcados allí donde puedan rascar de los presupuestos.

En cuanto a Castilla-La Mancha el balance es que nuestra región sale perdiendo en presencia de ministros. Ha quedado la pedrea, porque es cierto que hay dos ministros que nacieron en Castilla-La Mancha, pero apenas tienen nada que ver con la región porque han desarrollado su carrera profesional y política fuera de ella.

Se trata de José Luis Escrivá Belmonte, de Albacete, que asume la importante cartera de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones. Era en estos momentos presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal y tiene un perfil técnico e independiente. Los expertos entienden que su elección responde a la necesidad de alcanzar un gran pacto de estado sobre el futuro de la Seguridad Social que esté basado en criterios técnicos. Ha pasado por diversos puestos relacionados con las grandes instituciones económicas del país, pero no ha tenido ninguna vinculación con la vida política de Castilla-La Mancha.

El otro ministro castellano-manchego, también albaceteño, pero de Hellín, es Manuel Castell, que se ocupará de Universidades, separada del área de Ciencia. Sociólogo de talla mundial vinculado a los estudios en Comunicación y autor de la trilogía 'La era de la Información'. Su poca relación profesional y política con nuestra región lo demuestra el hecho de que es la cuota de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

Ningún político o profesional relevante del PSOE de Castilla-La Mancha o de su entorno ha sido llamado por Pedro Sánchez para formar parte del nuevo Consejo de Ministros. Por contra, se ha quedado fuera Magdalena Valerio, diputada nacional por Guadalajara y perteneciente al círculo de confianza de Pedro Sánchez. Su último servicio a la causa ha sido dejar su cartera en manos de una comunista gallega, Yolanda Díaz.

Los rumores sobre la posibilidad de que el actual consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, fuera llamado por Pedro Sánchez se han desvanecido, aunque estaba cantado que no iba a contar con alguien tan próximo a Page. Incluso hubo alguna quiniela en la que se metió a la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, pero se vio que eran solo especulaciones no bien intencionadas de sus rivales políticos.

El único profesional activo en Castilla-La Mancha que entra en la segunda fila del Gobierno es el profesor de la UCLM Joaquín Pérez Rey, que asume la secretaría de Estado de Trabajo. Y es parte de la cuota de Podemos, en este caso del sector más radical.