El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, hizo ayer unas declaraciones sobre el momento que vive la política española y se refirió, a preguntas de los periodistas, a la convocatoria de elecciones generales. Su diplomática respuesta dio pie a titulares contradictorios de las agencias de noticias sobre algo que Page debe tener bastante claro. Mientras que algunos dedujimos que el barón socialista castellano-manchego estaba invitando a Pedro Sánchez a anticipar las elecciones generales, para otros Page se opone a que se celebren en estos momentos.

Según Europa Press, Page afirmó que "la situación de provisionalidad ambiental" que se vive en el Gobierno de Pedro Sánchez "sólo lo va a arreglar la ciudadanía cuando tenga que votar, sea ahora o dentro de unos meses". Blanco y en botella. La situación solo la pueden arreglar los ciudadanos con sus votos. Y por si no queda claro: “Sea ahora o dentro de unos meses”, lo que quiere decir que en ningún caso en 2020.

Page no oculta, frente a otros compañeros de partido, la situación convulsa que vive la política española. Y hay algo en lo que ha estado especialmente acertado al lamentar que se dedique más tiempo a hablar de cuestiones que afectan más al ambiente político que a la vida diaria de los ciudadanos. En las Cortes de Castilla-La Mancha pasa algo similar, pero esa es otra historia.

García-Page, uno de los pocos dirigentes socialistas con poder territorial que todavía conservan un punto de sensatez y credibilidad en la defensa de principios como la unidad de España o los valores democráticos. Por eso es importante que alce la voz en el PSOE para pedir que se acabe con esta situación de interinidad –o “provisionalidad ambiental”, como él lo llama- convocando elecciones y dando paso a una nueva etapa de gobierno en España. Entre otros motivos, porque está convencido seguramente de que de seguir así las cosas se va a poner en riesgo hasta la existencia futura del Partido Socialista. Por no hablar de las consecuencias que el errático Gobierno de Sánchez puede tener para los intereses electorales del PSOE en las próximas elecciones autonómicas y municipales, para las que quedan poco más de medio año. Y eso a pese a lo que digan las encuestas de nuevo CIS de Tezanos.

El presidente castellano-manchego es hoy por hoy uno de los políticos socialistas con más posibilidades de repetir como presidente autonómico, pero siempre que el deterioro del PSOE no sea tan grande que termine afectándole también a él. Por eso necesita distanciarse de lo que le está ocurriendo a su partido a nivel nacional. La disyuntiva para Page es si le beneficia que haya elecciones anticipadas, que podrían coincidir con las autonómicas y eso influiría negativamente en su campaña, o que no las haya y esperar a que Sánchez enderece su gestión. El problema es que siga fallando y haga que los socialistas lleguen achicharrados a las convocatorias de mayo próximo.

Page, que hasta ha logrado neutralizar a Podemos a cambio de dos sillones en el Consejo de Gobierno y unos cuantos empleos, tiene al enemigo electoral en su propio partido y se encarna en la figura de Pedro Sánchez, el mismo que les dobló el brazo en el último Congreso federal.