Antonio Román y Rosa Romero son dos de los grandes valores del PP en Castilla-La Mancha. Dos históricos del partido que durante años han mostrado su lealtad a las siglas desde los puestos de responsabilidad que han ocupado en distintas ocasiones y circunstancias. Ahora, con su renuncia a presentarse como candidatos, han vuelto a dar un gran ejemplo de responsabilidad y solidez en sus planteamientos en pleno proceso congresual del partido tras la renuncia de María Dolores de Cospedal a continuar al frente de la organización regional. Su anuncio público de neutralidad en la contienda y su llamamiento a la unidad también dice mucho a su favor en un momento en el que lo peor que le puede pasar al PP castellano-manchego es que se parta en cachos.

Román ha dicho que no competirá por la presidencia regional del PP porque, tras reflexionar sobre el asunto la última semana, considera que no es lo adecuado encabezar una candidatura ya que apuesta por la unidad del PP. Aunque está convencido de que hubiera ganado el Congreso, ha recalcado que no se presenta porque en estas circunstancias “no era lo mejor para el partido”.

Lo cierto es que Antonio Román fue el que abrió el debate de la unidad como elemento fundamental para el éxito electoral. En ese sentido ha considerado que para conseguir esa unidad lo mejor es dar un paso al lado. En cualquier caso, sin presentar candidatura, seguirá trabajando con ese objetivo en este proceso precongresual -y también en adelante- como ha hecho siempre. Román es una de las figuras más respetadas en el ámbito político regional tanto dentro del partido como fuera, por lo que el futuro presidente regional deberá contar con él en puestos destacados.

Rosa Romero y la Mesa del Congreso

Igual que con la diputada ciudadrealeña y vicepresidenta tercera del Congreso de los Diputados, Rosa Romero, que de forma casi simultánea al alcalde de Guadalajara anunciaba ayer que tampoco se presenta como candidata por "responsabilidad y unidad". Públicamente se ha expresado en términos similares a los de Román, pero hay otras razones que no se han contado.

La exalcaldesa de Ciudad Real ha recibido numerosas llamadas y muestras de apoyo para presentar su candidatura a presidir el PP de CLM. Desde que en el seno de la Junta Directiva Regional anunció que iba a reflexionar de cara al próximo Congreso extraordinario, Rosa Romero ha mantenido numerosos contactos y reuniones con afiliados y dirigentes del PP de todas las provincias con el objeto de recabar sus opiniones para afrontar la nueva etapa de renovación en CLM que ya comenzó con el proyecto que lidera Pablo Casado.

La Vicepresidenta del Congreso ha sido siempre una de las mujeres mejor valoradas del PP. Su experiencia, su trayectoria política en puestos de relevancia, en la que siempre ha contado con el respaldo de María Dolores de Cospedal, y su talante conciliador la sitúan como una de las favoritas en las quinielas de los últimos procesos renovadores del PP para ocupar relevantes cargos orgánicos. No en vano forma parte del Comité Ejecutivo Nacional que preside Casado.

Sería una buena candidata para volver a recuperar el Gobierno de la Junta de Comunidades, según opinión del equipo de dirección de Pablo Casado recabada por este Confidencial, y aunque se sabe que Génova nunca va a interferir ni a influir en el proceso interno del PP de CLM, sí vela por la situación actual que está viviendo España y no cabe duda de que la Mesa del Congreso, de la que forma parte Romero, constituye una herramienta muy importante para hacer frente a las políticas de Pedro Sánchez, por lo que en caso de dimitir, el puesto de la vicepresidencia se tendría que someter a una nueva votación, algo totalmente desaconsejable en el momento actual que vive la política española, en la que el PSOE está respaldado por la mayoría de independentistas y partidos de extrema izquierda.

Rosa Romero lo anunció en sus redes sociales: “Siempre estaré en la solución”, y por eso las conversaciones e intercambio de impresiones que ha mantenido durante estos días han estado basadas en el espíritu de unidad del partido y en dar voz a los afiliados en un proceso que será trascendental para el PP en su apuesta de ganar las elecciones autonómicas del año que viene. Romero, según ha sabido EL DIGITAL CLM, en ningún momento ha pedido avales ni ha presionado a nadie porque en su convencimiento siempre ha estado el respeto a los afiliados, que le han dado su confianza en todas las ocasiones.