No era un acto de precampaña electoral, pero lo parecía. El secretario general del PP de Castilla-La Mancha, Vicente Tirado, estuvo el martes en Campo de Criptana y disfrutó de una jornada extraordinaria por varias razones: Porque el alcalde, Antonio Lucas-Torres, había preparado todo al detalle, como suele hacer; porque pudo saludar a numerosos empresarios, trabajadores y vecinos en general en las dos visitas que realizó a otros tantos centros de interés de la localidad y, sobre todo, porque a última hora de la tarde participó en un acto público en el que se reunieron más de doscientas personas para oírle. Considerando que era martes de un día de noviembre y a una hora en la que la mayoría de la gente descansa tranquilamente con su familia, hay que considerar que la convocatoria fue todo un éxito.

Tirado y su equipo quedaron gratamente sorprendidos. Además, su visita coincidió con el anuncio por parte de Lucas-Torres de la aprobación de varias medidas de calado que van a facilitar la vida de los vecinos. Pese a que Tirado jugaba en terreno favorable no aprovechó su intervención para hacer un mitin. Todo lo contrario. Según han contado algunos asistentes, su discurso fue muy didáctico y cercano, sin palabras altisonantes, sin agresividad hacia los rivales y sin mensajes fuera de tono. Se le entendía todo, ha precisado uno de nuestros informantes.

Incluso los más escépticos empiezan a ver a Tirado como posible candidato del PP para las autonómicas de 2019. Eso ya ha quedado claro en el partido y es que en el PP castellano-manchego solo hay dos opciones de cara a los próximos comicios regionales: O Cospedal o Tirado. Puede pasar cualquier cosa en el futuro, pero, como ya hemos comentado en otras ocasiones, la salida a escena de Tirado como potencial candidato ha cortado de raíz cualquier especulación al respecto sobre nombres alternativos a Cospedal. Ahora solo hay uno. Lo del martes ha dejado claro quién es. Posiblemente ha sido su primer acto de precampaña. En el corazón de La Mancha. En Campo de Criptana.