El “segundo” diputado de Podemos en las Cortes regionales, David Llorente, no está teniendo ningún tipo de protagonismo en el proceso de integración de su partido en el gobierno socialista de Emiliano García-Page después de oponerse a esta operación a los pocos momentos de hacerse pública. En la rueda de prensa que ofrecieron esta semana José García Molina y María Díaz, la nueva compañera de escaño de Llorente, no hubo ni una solo referencia a este diputado que compone el cincuenta por ciento de la representación parlamentaria de Podemos en las Cortes, donde se ha quedado más solo que la una. Y es que Llorente mantiene la coherencia de su discurso y los principios que animan su presencia en la vida pública, sean o no acertados. Esa coherencia es lo que hace temer al PSOE y al oficialismo de Podemos que representa García Molina que pueda dar la sorpresa en algún momento de lo que resta de legislatura. Sin embargo, es difícil imaginar que vaya a votar distinto a su compañera quien durante los dos últimos años ha sido un diputado disciplinado que pese a no estar de acuerdo en casi nada con su jefe de filas nunca le ha fallado a la hora de votar, ni siquiera en el último y sorprendente pleno de los presupuestos.

En todo caso su voto, aun siendo importante por la repercusión pública que pueda tener, no es decisivo. Se vio en la reunión de portavoces de esta semana, en la que se abstuvo a la propuesta del PSOE de incluir en el pleno de este jueves la reforma, a través de varias enmiendas, de la Ley de en materia de gestión y organización de la Administración. El PP votó en contra, el PSOE a favor y David Llorente, que era el único representante de Podemos, se abstuvo. Es decir, que a las puertas de la entrada de Podemos en el ejecutivo de Page, uno de los diputados de este partido todavía se resistía a votar conjuntamente con sus nuevos socios de gobierno. En este caso se produjo un empate que el presidente de la Cortes deshizo en la reunión de la Mesa, por lo que el pleno de este jueves incluirá el debate de las enmiendas de la Ley de la Administración. Será la primera vez en más de 30 años que en el pleno en el que se debate una enmienda a la totalidad de los presupuestos se incluye otro punto que no tiene que ver con las cuentas.

Dicha modificación de la Ley supone otorgar ciertos privilegios a altos cargos públicos, diputados, asesores… Como ha explicado STAS-CLM, “en la práctica supone una transgresión a la carrera profesional del personal funcionario de la Junta, que sigue sin desarrollarse, y que va a ver cómo mientras un alto cargo consolida el grado máximo en un tiempo récord, el resto de personal tiene que esperar décadas para conseguirlo, y si es que al final lo hace".

Consideran que con estas enmiendas ha quedado retratado Podemos, “y más concretamente su Secretario General, José García Molina”, que este jueves tomará posesión como Vicepresidente II de la Junta, y “no solo da su visto bueno a estos privilegios, si no que se beneficia directamente de ellos, puesto que con su paso por las Cortes como diputado y su periplo en el gobierno regional también se beneficiará de la medida recuperando el antiguo complemento de alto cargo".

(Así responde David Llorente en las redes al enfado sindical por los privilegios de Podemos)