Las espadas están en alto en el PSOE en plena campaña para las primarias del 21 de mayo. La intensidad de los tres candidatos en liza y, sobre todo, lo ajustada que parece la batalla entre Susana Díaz y Pedro Sánchez, con un Patxi López que se muestra invisible, están provocando una gran expectación política y mediática que se fomenta más aún ante un resultado incierto que nadie se atreve a pronosticar con verdadera confianza. Sin embargo, en el entorno de Susana Díaz sí han echado cuentas y creen que podrán ganar las primarias por un margen que puede situarse entre los 15.000 y los 20.000 votos de ventaja sobre Pedro Sánchez, a partir de un censo de aproximadamente 190.000 militantes con derecho a voto, tal como ha informado este lunes el diario ABC en una interesante y completa información.

Las expectativas en la campaña de Susana Díaz están basadas en cuatro comunidades clave, entre ellas Castilla-La Mancha. Las otras tres son por supuesto Andalucía, donde la presidenta de la Junta espera un amplio margen de victoria, junto a la Comunidad de Madrid y Extremadura. En el caso andaluz, el entorno de Susana confía en obtener tres de cada cuatro votos, o sea un 75 por ciento, mientras en las otras tres regiones se espera también cosechar un margen holgado, aunque no tan contundente como en Andalucía. Susana Díaz confía en el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, para que la militancia socialista en esta comunidad se decante por ella de forma muy mayoritaria, entre otras razones porque Page, activo susanista, es el secretario regional del PSOE y tiene un completo control del aparato. Andalucía, por su parte, es la federación más numerosa del PSOE y Susana Díaz espera conseguir 40.000 votos en esta comunidad, según la información publicada por el periódico de Vocento.

El equipo de Susana cree que estos territorios serán decisivos para la victoria final hacia la Secretaría General del PSOE. De los más de 13.000 votos en juego en Castilla-La Mancha los susanistas esperan conseguir una "mayoría clarificadora", no así en Cataluña, donde Díaz cree que perderá en una proporción de siete a tres frente a Sánchez, ni en la Comunidad Valenciana, donde el voto puede estar muy dividido y casi en empate técnico. En el resto de las federaciones, salvo la vasca, muy inclinada por Patxi López, la división interna es muy fuerte y nadie se atreve a hacer pronósticos sobre el hipotético vencedor.