La tarde venía de campanillas y reventón hasta que apareció la muleta de Juan Ortega y paró el tiempo. La noria detuvo su paso para mirarla desde arriba y plancharla si hiciera falta. Pero no lo hizo, porque embarcó a Dulce -así se llamaba el toro- en una danza lenta y cadenciosa, como cuando se baila con la chica que más te gusta. Sebastián Cortés, que estaba a mi lado, me daba en el codo y observaba la maravilla de ese toreo de espacio y largura. Torear es algo más que dar pases y arrimarse… Se trata de una forma de presencia, cuajo y arte. Uno es torero hasta cuando duerme o no es. "Este es el que más se le parece a Morante cuando se vaya", me dijo el pregonero que disfrutó de ese momento mágico. Y la banda arrancó con los Suspiros de España. Y Ortega compuso la figura más torera vista hasta ahora en la plaza, con la muleta recogida y el andar quieto. Las prisas, para los malos toreros. Era el tercero de la tarde y en la merienda no se hablaba de otra cosa. Si hubiese acertado con la espada, dos orejas seguro. Hasta Geno, la presidenta, me lo reconoció. Pero la espada da y quita, ya lo sabemos, como la dichosa Fortuna. Ayer, por cierto, me regalaron un décimo de lotería para Navidad. Ya tengo juerga en Albacete si toca para Nochebuena.
Fue con diferencia lo mejor de una tarde que nos trajo después medianía. Pero soy de los aficionados que se conforma con el momento, el instante, el fulgor, el destello. La danza infinita en la muleta de Ortega con los Suspiros de España nos puso los pelos de punta a más de uno. Hay más obras de arte en una tarde de toros que en el Museo del Prado, llegó a decir Boadella hiperbólicamente. Lo cierto es que se trata de un arte tan efímero que lanza la mirada hacia el infinito para detener el instante. Y es cuando se produce la magia, el duende o el momento interminable. Cuando los dioses se callan para escuchar el vuelo de una muleta a la que jalean desde lo alto del cielo. Juan Ortega torea como los ángeles o a mí me lo parece. Me gusta y lo sigo por donde va. Le falta el éxito rotundo que Morante ya ha encontrado, pero coincido con Cortés que es el sucesor natural. A veces, incluso, torea más lento que Morante. Mi reino por una tarde de gloria con los dos juntos.
El de la Puebla no vendrá y a punto estuvo tampoco de no hacerlo Roca Rey, que sufrió un soberano vuelco en Valladolid. Si no hay novedades de última hora, el peruano hará el paseíllo esta tarde con Manuel Caballero Jr, que tomará la alternativa, y Paco Ureña, con toros de la ganadería albaceteña de Daniel Ruiz. Se vendió el taquillaje al completo. Veremos si hubo devolución o no, aunque como dice Mota, las gallinas que entran por las que salen. El ambiente taurino es espectacular. Ayer estuvo Paco Núñez, líder del PP en Castilla-La Mancha, que dedicó la jornada entera a la Feria. Núñez es incansable, su ritmo es vertiginoso y se ha recorrido la región de palmo a palmo varias veces. Mañana estará en Membrilla con Feijoo, pero ayer no paró de saludar y acercarse a cientos de personas que querían encontrarse con él. Las espadas están en todo lo alto y estamos a mitad de legislatura. Quedan dos años muy largos.
Globalcaja es la Feria y su participación en ella abruma y alcanza a todos. Es impresionante la labor que realiza la entidad que preside Mariano León, un culipardo como yo que estos días se empadrona en Albacete. El equipo que dirige Pedro Palacios, sensacional. El director general está en plena forma y podría hacerse el reto de Aquadeus sin problema alguno. Conozco a Palacios casi desde los inicios. Ha ganado solvencia, seriedad y maestría. La brillantez de su gestión, a la vista salta en los números. Luego su equipo acompaña y arropa al resto. Lucía Mayol, Antonio González, Alberto Marcilla, Juan Chapresto -de la escuela sevillana y con el que tanto aprendo de toros- y otros muchos completan la terna. Mención aparte para Rafael Torres, que preside la fundación, y Carlos David Bonilla, presidente de la DO Mancha. Ambos nos honran con su amistad y cariño después de tantas batallas juntos. Existe una red tupida de manchegos que sacan y labran calladamente la tierra cada día sin dar mucho ruido. Así avanzan una región y un país, si los gobiernos lo dejan.
La Feria entra en el fin de semana de vértigo y aquí no hay quien pare. Ayer cené por el centro y vimos a Bono junto a un grupo de amigos. Le gusta venir siempre al menos un día o dos a la Feria y darse una vuelta por ella. También comer en El Callejón. Es un clásico de septiembre en Albacete. Hemos alcanzado el ecuador y lo mejor está por llegar. Aunque no me importaría quedarme para siempre en la muleta eterna de Juan Ortega entre natural y redondo. Y luego, dejar a la novia plantada.
Diario de Feria 2025
7 de septiembre | ¡A La Meca, a la Feria!
8 de septiembre | La Virgencica de Los Llanos
9 de septiembre | Samuel o la fuerza del sino
10 de septiembre | Los miguelitos de la vida
11 de septiembre | Emiliano arriba en Albacete
12 de septiembre | Morante presenta parte