Los agricultores de Castilla-La Mancha están inmersos en una situación de gran preocupación ante la ausencia de lluvias. La sequía está afectando gravemente a los cultivos de cereal y está a punto de provocar pérdidas irreparables. En el campo llevan ya unos meses mirando al cielo desesperados, esperando un agua que no cae y con el miedo de perder la totalidad de su inversión en cereal. Ahora, sin previsión de precipitaciones en las próximas fechas, la situación es crítica.

Fran De la Calle es un joven agricultor de Calzada de Calatrava (Ciudad Real) que ha relatado a EL ESPAÑOL – EL DIGITAL CLM lo que está ocurriendo y cuál es la preocupación del sector. "Llevamos más de cuatro meses sin que caiga agua y las siembras de cereal se están secando. Después de gastar en semillas, abono y gasoil, estamos preocupados porque no vamos a poder cosechar y todo serán pérdidas".

Ha explicado que cuando el cultivo agota sus recursos de agua empieza a espigarse. Es precisamente lo que está ocurriendo, sin que crezca y sin producir grano. "Para salvar algo de los cultivos tendría que llover en 10 o 15 días. Si no, tendremos que dejar todo sin cosechar. En mi caso, tengo cultivadas casi 300 hectáreas".

Cultivo de cereal en Calzada de Calatrava (Ciudad Real).

El joven calzadeño, que también es ingeniero agrónomo, explica que la mayoría del cereal en Castilla-La Mancha es de secano, por lo que el problema existe en toda la región. "Yo no he visto algo así nunca. He hablado con otro agricultor y me ha recordado que se dio un caso parecido en 1992". En este punto, ha reconocido que quien haya asegurado el cultivo de cereal "ha acertado". "Todo depende del seguro que contrates y de los kilos que asegures, pero al menos recuperas la inversión".

Por último, ha augurado que la situación no va a repercutir en los precios de los productos, ya que España "está importando cereal de otros países".

"Muchísima preocupación"

Carlos Ciudad también es agricultor en la zona, además de presidente de Asaja Calzada de Calatrava. Ha incidido en que existe "muchísima preocupación" ya que "las pérdidas van a ser del 100 % del cereal". Según relata, en esta zona lleva sin llover desde finales de noviembre, por lo que la mayoría del cereal ya está espigado sin producir granos.

"Se debería empezar a cosechar la primera semana de junio en condiciones normales. Este año, si alguien puede cosechar algo tendrá que hacerlo a primeros de mayo. Además, lo que se plantó más tarde no va a llegar ni a espigar porque se va a secar antes".

Carlos cree que, aunque lloviese en los próximos días, la situación es ya muy difícil de revertir. En su caso, tiene un total de 340 hectáreas de cereal y su intención es "no cosechar nada". Asimismo, ha asegurado que la previsión es que abril y mayo seguirán siendo igual de secos.

"Se va a dar todo por perdido. Desde que me hice joven agricultor en 1994, nunca he visto una situación así. La semilla, el abono y el gasóleo estaban muy caros. Ahora no cosechar, es una ruina".

Para terminar, Carlos ha reconocido que tiene una opinión similar a la de Fran en cuanto a la repercusión de esta situación en los precios de los derivados del cereal. "No afectara. Se está importando de otros países y en España quedamos como siempre, a la cola".