La asociación agraria UPA prevé que comercialización total de la campaña olivarera 2019/20, que finalizará dentro de dos meses, sea "de nuevo récord", por encima de 1,6 millones de toneladas, con un stock final que "difícilmente" llegará a las 400.000 toneladas. "Los precios en origen hundidos y la apuesta de las grandes envasadoras españolas por el aceite de terceros países, serán las características negativas del balance final de la campaña", ha afirmado el responsable nacional de olivar de UPA, Cristóbal Cano, en un comunicado.

En cuanto a las estimaciones para la siguiente campaña, la reducción de la cosecha mundial, que podría situarse por debajo de los 3 millones de toneladas y "supondría la tercera campaña consecutiva con reducción de cosecha", "debería mejorar la situación de los olivareros españoles", que esperan un aumento respecto a la campaña pasada.

Según se acerca la cosecha de aceituna "se confirma un nuevo descenso de la producción mundial de aceite de oliva, que coincidiría con un aumento del consumo", por lo que la organización mantiene la esperanza de que ambos factores eviten "otra campaña calamitosa para los productores", ha expresado UPA.

“Tras un otoño e invierno muy secos, las lluvias de la primavera dieron un respiro al sector productor. Sin embargo, el desarrollo del verano está siendo muy negativo, con olas de calor que están reduciendo día a día las estimaciones de producción de aceituna”, ha señalado Cristóbal Cano. Por ello, se mantienen a la espera de "cómo termina el verano y comienza el otoño" para saber cómo se desarrollará la campaña.

Desde UPA consideran que, incluso si las condiciones climatológicas venideras fueran excepcionalmente buenas, se enfrentan a una campaña que "difícilmente superará los 1,5 millones de toneladas".Si se mantuvieran las altas temperaturas a lo largo de agosto y septiembre, junto a un inicio del otoño seco, "los árboles comenzarán a notar un gran estrés, y la cosecha total se podría reducir hasta 1,4 millones de toneladas", ha estimado Cano.

Ante la caída de producción de otros países del Mediterráneo, en base a datos proporcionados por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), consideran que el aceite de oliva español será, "de nuevo, el que copará los mercados internacionales, con previsibles reducciones de stocks gracias a unas estimaciones de aumento del consumo mundial". Desde UPA han concluido que sólo falta saber si esta situación de dominio de nuestros aceites tendrá lugar con un reparto justo del valor del producto a lo largo de la cadena, o si de nuevo el sector productor sufre precios de ruina".