La producción de aceite en Castilla-La Mancha caerá alrededor de un 15 o un 20 por ciento respecto al año pasado, que culminó con cerca de 130.000 toneladas de aceite, mientras que este curso se espera una obtención de entre 105.000 y 110.000 toneladas.

Así lo ha estimado la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores de Castilla-La Mancha (Asaja) este martes en una nota de prensa en la que ha hecho balance de la recogida de aceituna de este año a quince días de que termine.

Este descenso de la producción se debe, según ha explicado la organización agraria, a que la región “sigue arrastrando las consecuencias” del temporal de Filomena que afectó principalmente a la provincia de Toledo, lo que ha supuesto que muchas parcelas tengan una “escasa o nula” cosecha.

Por provincias

No obstante, Asaja ha constatado “una mejora en el rendimiento medio y una excelente calidad” en la comunidad autónoma y, por provincias, estima que Ciudad Real obtendrá la mayor producción, unas 60.000 toneladas de aceite, seguido de Toledo, con 47.000 toneladas, cuyas plantaciones fueron diezmadas por el temporal, sobre todo en Mora, Montes de Toledo o Los Yébenes.

A su vez, Cuenca también ha notado los efectos de Filomena, con zonas como La Alcarria con una producción de en torno al 60 % menos con respecto al pasado año y un 40 % menos en la zona de Tarancón.

Albacete y Guadalajara esperan una producción algo menor, entre un 10 y un 15 % inferior al año pasado, una cifra que varía por zonas.

Aumento de los costes de producción

Según ha afirmado Asaja, la campaña de la aceituna de este año ha estado marcada por el aumento de los costes de producción -incremento de los precios de fertilizantes, gasóleo o la energía eléctrica- y las dificultades para encontrar mano de obra.

La falta de trabajadores ha llevado al sector a optar por mecanizar las plantaciones para intentar no recurrir a la mano de obra.

Sin embargo, ha asegurado que no hay motivo para que el sector vuelva a repetir la crisis de precios del último año y ha apuntado que este curso se dan las condiciones óptimas de producción y mercado para que los agricultores reciban “un precio justo” por su aceituna.