El Atlético Ibañés asaltó el Pedro Escartín en un duelo en el que el Guadalajara bien pudo merecer un mayor botín. No en vano, los morados protagonizaron la mayoría de las ocasiones, pero la falta de puntería y la madera impidieron a los de Acciari conseguir nada positivo ante los albaceteños.

Comenzó el partido con un CD Guadalajara muy incisivo, buscando con insistencia la meta del Ibañés a través de sus puntas, Domenech y Edgar, quienes no obstante no estaban afortunados en los últimos metros para poner en dificultades a los visitantes. En especial, los morados intentaron sacar provecho de las acciones a balón parado, pero cuando no se interponía ante ellos el meta de los albaceteños lo hacía el larguero.

Así le sucedió al toledano Fran Santano a la media hora de juego, cuando culminó con un buen disparo una jugada por la derecha, estrellándose su lanzamiento desde la frontal en la madera. La réplica del Ibañés fue más que contundente, puesto que de un contragolpe vertiginoso Cifo acabó soltando un derechazo desde lejos que sorprendió a Manolo tras un bote envenenado.

Era el minuto 40 y el partido se les había puesto cuesta arriba a los morados, que encararon el camino de los vestuarios con la sensación de que el marcador había sido demasiado cruel con sus méritos.

En la segunda parte, redobló esfuerzos el conjunto alcarreño para intentar equilibrar la contienda. Sin embargo, otra vez la falta de precisión jugaba en contra de los locales, que también hallaban más dificultades para penetrar en la poblada defensa rojiblanca.

Con todo, tuvieron los de Acciari su gran ocasión cuando un centro desde la izquierda de Lorente lo peinó Edgar y lo remató en el segundo palo Campoy con una gran volea. Sin embargo, otra vez el travesaño se erigía como un obstáculo infranqueable para un Guadalajara que veía cómo se esfumaba una oportunidad inmejorable.

No cesaron las intentonas de los locales, en especial en las acciones a balón parado, pero el Ibañés se mostró muy serio para repelerlas y no necesitó aprovechar ni tan siquiera alguno de sus contragolpes para obtener tres puntos de oro para meterse de forma provisional en los puestos de 'play off'.