Los mejores guerreros mueren en el campo de batalla y a Karim Benzema y Luka Modric no se les podía privar de ello. Tampoco a Toni Kroos. Los tres son los pilares que quedan en las filas del Real Madrid de los comienzos de esta segunda era dorada del club blanco, los tres acababan contrato en este 2023 y los tres, en menor medida el alemán, naufragaron este miércoles en Mánchester.

Era un día que debía llegar en algún momento tras tantas noches de gloria. Tocó a las puertas de una nueva final de Champions League, que hubiera sido la sexta para cada uno. El legado ya es eterno y eso nadie se lo puede quitar. Tampoco elegir cuándo quieren poner fin a este largo camino, de aventuras que dan para una epopeya, en el que se han ido acompañando. Y por eso tendrán un año más.

Honores para Benzema, Modric y Kroos. Tantos como para Pep Guardiola y su Manchester City por la gran actuación que protagonizaron en el Etihad. Los sky blues anularon a tres leyendas vivientes y al resto del equipo blanco. Solo Thibaut Courtois se salvó de una velada en la que, sencillamente, ganó el mejor.

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Carlo Ancelotti tenía claro que Benzema, Modric y Kroos debían ser titular. En cierta parte, se lo debía. El italiano es fiel a los suyos y los más suyos que le quedan, por mucho que sienta a los Vinicius y compañía como hijos, son ellos. Los que estaban en La Décima, aunque Toni llegara el verano de después. 

Porque los años les han ido dejando solos. Se fue Cristiano Ronaldo, luego Varane y Sergio Ramos, también Marcelo, Isco y Bale de una tacada y al límite del pasado verano se marchó Casemiro. Karim, Luka y Toni, junto a los dos de la casa (Nacho y Carvajal), son los que quedan desde el inicio de todo... y hasta el final estarán.

Benzema, sin embrujo

Benzema solo tocó 37 veces el balón y cinco fueron para sacar de centro. Solo hizo dos tiros (uno a puerta y otro bloqueado, ambos en la segunda parte) y apenas ganó un duelo dividido por los siete que perdió. Fue una de las peores actuaciones que se le recuerdan al Karim de la era post-Cristiano, en la que ha tenido una media de 32,7 goles por temporada -esta está a uno de los 30-.

El Balón de Oro le dio derecho a renovar por un año más, hasta 2024, y eso no ha generado incomodidad a nadie en el Real Madrid. Siempre estuvo en la agenda. Además, ahora la estrella ofensiva es Vinicius. Lo de Mánchester, sin embargo, alerta de la necesidad de contar con un '9' con el que pueda turnarse y no sea Mariano -al que no se renueva- o Hazard -que tiene contrato otra temporada-. El delantero del futuro y la apuesta del Madrid es Endrick, que no llega de Brasil hasta dentro de un año.

El partido de Karim Benzema en la vuelta de las semis de Champions League contra el Manchester City David Vicente

Si el Madrid no fichó un '9' antes es porque lo apostó todo a Kylian Mbappé y se dio de bruces con la 'traición' del francés. Luego, con Haaland ya en el City, no se quiso ir a por un fichaje de 'medio pelo'. Un año más tarde ha habido tiempo para maniobrar y encontrar un jugador que, en el futuro, también ha de dar tiempo a la promesa del Palmeiras de crecer. 

Luego, probablemente, Benzema dirá adiós. En diciembre cumplirá 36 años y su caída de este año parece difícil de remontar con otra temporada más de carga para sus piernas. La suerte es que, sin Mundial entremedias como esta campaña y ya retirado de la selección, podrá dedicarlo todo a tener la despedida de blanco que merece.

El desgaste de Modric

El paso del tiempo es irrebatible hasta para un Modric que durante años ha vacilado con ser el único en imponerse. El croata, nacido en 1985 en Zadar, cumplirá 38 años en menos de cuatro meses. La batería se agota, aunque haya insistido hasta el final en exprimirla. Por su Croacia y por su Madrid.

Y sin pilas, la calidad desluce. Ante el City se vio a un Modric impreciso como pocas veces (solo 76,3% de acierto en pase). Mérito también del equipo inglés, que le hizo ver como un jugador lejos de su talla. Ancelotti le cambió en el minuto 62 y el italiano y el croata se abrazaron en un gesto de comprensión mutua.

El partido de Luka Modric en la vuelta de las semis de Champions League contra el Manchester City David Vicente

Con Modric es con el que más dudas hubo sobre su renovación, pero el acuerdo se selló recientemente. Él quería seguir y así será. Pero es el primero en entender que, igual que este año ha caído en el reparto de minutos hasta el puesto 11 del equipo blanco, le tocará bajar aún más el curso que viene. Porque es evidente que no puede exigirse tanto y porque, casi seguro, llegará el jugador que coja su testigo: Jude Bellingham.

Para Ancelotti, que seguirá, la misión será encontrar el punto de equilibrio entre dar minutos dignos a uno de sus ojitos derechos y dar protagonismo a una de las estrellas del futuro. El centro del campo blanco estará cargado, con Camavinga también pidiendo a gritos volver a su sitio natural, y Modric se podrá ir en 2024 tranquilo con que su puesto quedará en buenas manos.

Kroos se salva

Por último, Kroos. Cinco años menor que Modric, tres que Benzema. El caso es que el alemán siempre ha defendido que no alargará más de la cuenta su carrera. Con 31 se retiró de la selección y ahora con 33 se ha pensado, y mucho, si colgar o no las botas. Por eso, todo hace indicar que solo le queda una temporada más por delante en el fútbol profesional. Aunque luego todo se verá.

En realidad, la de Kroos no fue una muerte futbolística en Mánchester. Su caída no fue como la de Benzema y Modric, tampoco su temporada. Con un disparo desde la frontal que se estrelló en el larguero estuvo a punto de poner el 1-1 que igual lo hubiera cambiado todo. Acertó el 91,7% de los pasos y ganó el doble de los duelos (6) de los que perdió (3). Si hay que salvar otro del Madrid en el Etihad que no fuera Courtois, ese era Toni.

El partido de Toni Kroos en la vuelta de las semis de Champions League contra el Manchester City David Vicente

"Esta derrota nos enseña a valorar lo que hemos conseguido antes, para mí era una locura. La última vez que escuché que era el final de ciclo de este grupo fue en 2019", defendía Kroos tras el 4-0. Y tiene razón. A aquel Madrid que se estrelló contra el Ajax en el Bernabéu (1-4) se le crucificó y tres años después volvía a ganar la Champions. El secreto ha estado en las ganas de batallar de los veteranos y las ganas de aprender de los más jóvenes.

Uno se puede tomar el año que viene como el último, igual que ha anunciado Nadal que lo será para él. En realidad, ni Benzema ni Modric ni Kroos han dicho hasta ahora que para ellos lo vaya a ser. Los tres están renovados y, jueguen más o menos el curso que viene, nadie podrá dudar que lo darán todo. Así ha sido durante una década (casi tres lustros, en el caso de Karim). Siguen estando a una Champions de igualar las seis de Gento y no querrán irse sin luchar por ello. Una oportunidad más. Con todos los honores.