El Real Madrid se llevó el triunfo en el amistoso ante el FC Barcelona. Un Clásico que contó con público en la grada pero que, en esta ocasión, tuvo a protagonistas diferentes sobre el terreno de juego. Mientras las plantillas oficiales comienzan los entrenamientos, las conocidas como leyendas de ambos conjuntos se vieron las caras en un duelo de exhibición. Los merengues fueron quienes, remontada incluida, lograron el triunfo.

El duelo contaba con grandes nombres en las dos plantillas. El Barcelona, sin ir más lejos, saltó al césped de Tel Aviv con jugadores emblemáticos como Ronaldinho y exmadridistas como Saviola, que también formó parte de esa delantera azulgrana. Por parte del bando merengue, históricos como Roberto Carlos portaron el brazalete de capitán y otros referentes como Figo, buen conocedor también del Barça, defendieron los colores de la capital española.

El Barcelona se adelantó en el marcador antes de llegar a la media hora de juego. Y lo hizo con una oportunidad de las que pocas veces falló Ronaldinho en los grandes estadios. El brasileño tuvo un penalti y transformó para dar el primer tanto de la noche al conjunto catalán. Sin embargo, la reacción del Real Madrid no tardó en llegar y Munitis puso las tablas en el luminoso. 

El exjugador, antes de llegar al minuto 45 de juego, estuvo listo en el área y se llevó un rechace que no falló. Buen control y definición perfecta para poner la máxima igualdad en el marcador del partido. No tardaría en llegar el segundo golpe del Real Madrid, que tan solo dos minutos después lograba ponerse por delante. Un centro lateral que Alfonso resolvió con un movimiento nada sencillo en el área pequeña. El 1-2 pintaba entonces un partido bien diferente al de media hora atrás.

Rivaldo, a poco de alcanzar la hora de partido, se sacó un gran pase en largo para Jofre. Este, muy técnico, se coló en el área y sorteó a la defensa para sacar un buen lanzamiento a puerta que recuperaba el empate. Sin embargo, sería Rubén de la Red quien pusiera el último tanto del partido. El exjugador merengue, al borde del 70', se sacó un hueco en la frontal de área y consiguió un tiro con el interior imposible para el guardameta. Una definición perfecta que puso el broche de oro a un amistoso muy Clásico.

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