Gil Manzano fue el protagonista, con permiso del VAR, del partido que enfrentó el pasado domingo al Valencia y al Real Madrid. La victoria che (4-1) acabó con polémica por los tres penaltis que lanzó Carlos Soler y las decisiones del colegiado extremeño tras revisar el monitor que decantaron el partido del lado valencianista. Gil Manzano se reafirma de sus decisiones, tal y como ha informado Monica Marchante en El Partidazo de COPE.

La periodista ha podido hablar con el colegiado que se mostró "satisfecho" por el rumbo del partido. "Tenía la sensación que tenía uno de esos partidos en los que se demuestra que el VAR sirve para mucho. El VAR le ayudó en dos jugadas concretas", explicó la periodista en el programa que presenta Juanma Castaño.

Penalti de Marcelo

Explicó el punto de vista de Gil Manzano sobre las dos grandes polémicas del partido. En el penalti que se señaló de Marcelo sobre Maxi Gómez, "es una jugada que él interpreta como penalti porque Marcelo no deja que Maxi pueda disputar el balón dentro del área". Las imágenes dejan lugar a dudas e incluso abre la posibilidad de que sea falta del delantero uruguayo sobre el lateral del Real Madrid. Para Gil Manzano sigue siendo penalti.

Falta a Asensio

La otra polémica ocurre en el segundo gol del Valencia. El VAR revisó la jugada previa al gol en propia puerta de Varane y las imágenes muestran una posible falta de Cheryshev sobre Asensio en el origen: "Es una jugada interpretable y él interpreta que no hay falta. Así se lo comunica al VAR porque ellos están en comunicación constante", dijo Mónica Marchante sobre la opinión de Gil Manzano pasadas 24 horas del partido.

Jesus Gil Manzano consulta el VAR en el Valencia - Real Madrid LALIGA

"Es consciente de que sin el VAR hubiera cometido dos errores importantes", añadió la periodista. Gil Manzano se reafirma en dos decisiones polémicas que perjudicaron al Madrid y fueron claves en su derrota.

El devenir del partido podría haber sido diferente para el Real Madrid sin estas decisiones. El equipo que dirige Zinedine Zidane se adelantó en el marcador, pero los goles rivales, entre la polémica y el infortunio, acabaron mermando la confianza de los jugadores blancos. Ya en la segunda parte, el equipo no fue capaz de levantar cabeza y salió su peor versión sin poner en apuros la portería rival.

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