El Real Madrid está en cuarentena desde el positivo de Trey Thomkins y expectante a lo que sucede con el futuro de las diferentes competiciones. La decisión de que todo el fútbol mundial, con pocas excepciones, vaya parando, ha sido complicada de tomar pero razonable ante una pandemia sin precedentes en este siglo.

Con la ilusión de que la crisis del coronavirus pase lo más pronto posible, el equipo seguirá trabajando individualmente cada uno en sus hogares. Los jugadores ya se están mostrando en sus casas haciendo ejercicios junto a sus hijos y tratando de dar ejemplo para que toda la ciudadanía cumpla con su parte de responsabilidad de no salir a la calle.

Mientras tanto, tanto directiva como cuerpo técnico trabajan en lo que pueda venir esta temporada y, sobre todo, en el futuro. La pandemia no ha hecho que se frene la actividad en las oficinas que, evidentemente, trabajarán desde sus casas para seguir valorando las posibilidades que habrá próximamente en el mercado y analizando los activos que existen ahora mismo en la plantilla.

Los jugadores del Real Madrid durante el entrenamiento. Twitter (@realmadrid)

Futuros inciertos

Hay varios jugadores que están pendientes de sus futuros. El centro del campo es la zona más afectada ya que Luka Modric tenía en sus planes dar un paso a un lado y empezar una nueva aventura en Estados Unidos y James Rodríguez sabe que está más fuera que dentro del club con el Atlético de Madrid como principal objetivo.

Otros futuros directamente no están tan claros. Marcelo podría también terminar su etapa de blanco y buscar un último objetivo antes de dejar el fútbol profesional. Otro que podría buscar un nuevo futuro es Isco, siempre cuestionado pero, a la vez, siempre clave en momentos determinantes.

Los que también tienen un futuro por conocer son los cedidos. Martin Odegaard es el que tiene más papeletas para regresar y todo depende de si se toma la decisión de llegar a un acuerdo para cancelar el segundo año de cesión. El noruego se ha ganado esta condición a base de buenas actuaciones y es que hay pocos dentro de La Liga que no le situarían dentro del once de los mejores jugadores de la temporada.

Álvaro Odriozola y Dani Ceballos son los más afectados por este parón porque eran los que más tenían que demostrar para poder seguir contando para el club. El primero se la juega ante un Achraf Hakimi que lleva clara ventaja. Además, Take Kubo será seguramente carne de una nueva cesión, mientras que Alphonse Areola volverá al PSG. Para ese puesto de segundo portero la entidad decidirá si fichar o confiar en Luca Zidane, cedido en el Racing.

Camavinga, en un partido del Rennes EFE

Fichajes necesarios

Las carencias que ha mostrado el equipo en el último mes han incidido la necesidad de savia nueva en la plantilla. El Real Madrid es un club en el que la necesidad continua de luchar por títulos y obtener la victoria en todos los partidos, por lo que se tendrá que reforzar de cara a una nueva temporada, siempre pendientes de lo que suceda con la actual.

El objetivo primordial sigue siendo Kylian Mbappé, pero el club sigue manteniendo la cautela con su fichaje. El delantero francés es la gran obsesión de la dirección deportiva, desde el presidente hasta el entrenador. Lo más lógico sería su contratación a partir de 2021, el año en el que se podría presionar al PSG porque después terminará contrato y sigue sin renovar. El nombre de Rayan Cherki, la próxima gran promesa francesa, también surge como una alternativa más barata.

Otra cuestión es el centro del campo, donde un recambio para Casemiro sigue siendo la prioridad. Eduardo Camavinga es el mejor colocado por posición, pero sumar un jugador como Fabián Ruiz sigue siendo una buena opción. El español no parece muy cómodo en Nápoles y, a cambio de 60 millones, podría llegar al Santiago Bernabéu. Sería otra victoria moral ante el Barça, también interesado en el andaluz.

Al final todo dependerá de lo que suceda con las competiciones. Hay un campeonato por terminar y una Champions incierta por completar. En función de como progrese la pandemia se podrían acabar estas dos competencias en lugar de una Eurocopa que parece avocada al aplazamiento ante la cancelación de todos los campeonatos principales. Ante la posibilidad de que no se pueda finalizar antes del 30 de junio, momento en el que se cumplen muchos contratos, tanto UEFA como FIFA tendrán que dar alternativas ante ese vacío que se producirñia.

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