El Barcelona de Ernesto Valverde asaltó por segunda vez el Santiago Bernabéu en la misma semana para dejar al Real Madrid casi sin opciones de luchar por La Liga después de haber sido sus verdugos en la eliminación de la Copa del Rey. En ambos encuentros, dos de los grandes protagonistas fueron Ivan Rakitic y Luka Modric, centrocampistas croatas, quienes tras terminar el último Clásico protagonizaron una gran imagen de deportividad.

Después de que los futbolistas abandonasen sus respectivos vestuarios tras finalizar el encuentro, Rakitic y Modric se encontraron en los túneles de salida al campo para fundirse en un emotivo abrazo que dejaba de lado todo tipo de rencores por el resultado y demostraban que, más allá de los colores, su amistad está por encima de cualquier percance que se pueda dar sobre un terreno de juego en un momento determinado.

Y es que ambos han vivido grandes momentos con la selección de Croacia, especialmente durante el verano de 2018, cuando los balcánicos lograron hacer historia al llegar a la final del Mundial de Rusia. Modric fue el encargado de llevar la batuta en todo momento del equipo mientras que Rakitic fue decisivo en las tandas de penaltis de las eliminatorias, siendo el héroe que garantizaba el pase a las siguientes rondas.

Una huella imborrable

No obstante, en el partido decisivo que decretaba al nuevo campeón, Francia se sobrepuso a una Croacia que llegaba con un gran desgaste físico al haber llegado hasta la tanda de penaltis en las eliminatorias previas, lo cual terminó siendo clave en el desarrollo del juego, pese a que los croatas no dejaron de intentarlo hasta el final. Así las cosas, y con esa hazaña bien presente en sus memorias, Rakitic y Modric han dejado claro que, pese a que cada uno vista la camiseta del eterno rival, una serie de valores y circunstancias hacen que su amistad y vínculo con la selección sea irrompible.

[Más información: De Solari a Bale: los señalados de los Clásicos]