Se acabó el Mundial. Este domingo se disputó la final del torneo en el Estadio Luzhniki de Moscú que enfrentó a Francia contra Croacia. Los franceses buscaban su segunda corona mientras que los croatas ya habían hecho historia al meterse en una final por primera vez en su historia pero querían rematar la faena con su primer entorchado. Finalmente, premió la experiencia, el oficio y la puntería de Les Bleus quienes vencieron por 4-2 con goles de Mandzukic en propia puerta, de Griezmann de penalti, de Pogba y de Mbappé a los balcánicos que lo intentaron de todas las formas posibles. 

Uno de los que más lo intentó fue Luka Modric. El '10' del combinado nacional croata volvió a disputar un gran partido. El mediocentro tiró del carro de su selección pero por más que lo intentó, sobretodo poniendo el balón al área en las jugadas a balón parado, no encontró el premio. Al final el jugador del Real Madrid terminó el encuentro abatido. Su cara después del partido lo dice todo. Tristeza y decepción sentía el croata. Pero no todo es malo. Modric tiene que encontrar también el lado positivo: ha sido el capitán de la mejor Croacia de la historia. 

BALÓN DE ORO DEL MUNDIAL

Además de poder presumir de haber hecho historia con su selección y de haber sido clave en ese gran éxito, Modric también puede presumir de haber sido elegido como el mejor jugador del torneo. Al término de la final, la FIFA desveló los trofeos individuales y el centrocampista fue galardonado con el Balón de Oro del Mundial. Un premio totalmente merecido para un futbolista que ha enamorado a todo el mundo del fútbol por su juego y su coraje. 

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