Vuelta a las críticas. Vuelta al trabajo duro. Karim Benzema ya está acostumbrado. El delantero francés sabe que, haga lo que haga, el Santiago Bernabéu no perdonará el más mínimo fallo de un jugador que nunca ha destacado en el apartado goleador. El inicio de la temporada 2017/2018 es buena muestra de ello. Se pudo ver a un Benzema errático, desubicado y casi podría decirse que inactivo. 

ROMPIENDO LA RACHA

Sin embargo, en las últimas semanas parecía haber reencontrado el rumbo. Marcó un doblete ante el APOEL en Champions League y otro tanto al Málaga en La Liga, rompiendo así su sequía de un mes sin ver puerta. Benzema volvía a sonreír, reivindicándose como el ariete titular del Real Madrid, pero poco duró la alegría.

DURO PALO

De los tres últimos partidos que han jugado los blancos, Karim ha disputado dos -se quedó en el banquillo frente al Borussia Dortmund-. No logró anotar ni contra el Athletic ni contra el Sevilla. Este último partido fue especialmente doloroso para Benzema. Quedarse sin meter un tanto cuando tu equipo está goleando es muy duro para un delantero, y más para el '9' del Madrid.

MOTIVOS PARA SONREÍR

Sin embargo, Benzema tiene motivos para el optimismo. En sendos encuentros dio al palo, lo que significa que el gol está cerca. Y llega una competición que se le da muy bien: el Mundial de Clubes. Benzema logró acumular tres goles entre las ediciones de 2014 y 2016. Un buen papel en la edición que está por venir daría al francés ese plus de confianza que necesita para afrontar el último y definitivo encuentro de 2017: el Clásico.

El Real Madrid llega a Abu Dhabi para disputar el Mundial de Clubes by footbie.com