Bale está tocado por la mal suerte. 2017 será siempre recordado como el año más difícil del galés y es que, entre lesión y lesión, su participación en el Real Madrid ha sido meramente testimonial teniendo en cuenta que solo ha podio jugar 20 partidos.

UN AÑO EN DATOS

Todo comenzó la noche del 22 de noviembre de 2011. El Real Madrid visitaba al Sporting de Portugal en la Champions League y ahí comenzaría el calvario de Bale. Una recaída tras otra, los datos de Bale se resumen en nueve partidos esta temporada y otros once la pasada en todo 2017. En estos 20 partidos ha marcado cinco goles, una clara muestra de lo desastroso que ha sido su año.

Hasta cinco lesiones -teniendo en cuenta las recaídas- ha sufrido en apenas un año. Zidane apenas ha podido contar con él y, por tanto, se ha visto obligado a desterrar a la BBC de su esquema. Hace 202 días que Bale no juega junto a Cristiano y Benzema e Isco se ha hecho con su puesto en el once y no parece que se vaya a mover de ahí.

EL 2017 PODRÍA HABER TERMINADO PARA BALE

Zidane tiene claro que Bale es uno de esos jugadores especiales que deciden partidos. Pero el técnico francés esta frustrado también por no poder contar con el gales. A principios de temporada parecía que la pesadilla había terminado. Las críticas se cebaban con un Bale que iba cogiendo ritmo. Zidane le defendió a muerte y justo cuando se empezaba a ver al mejor Bale cayó lesionado en Dortmund. Desde encantes no se le ha vuelto a ver. Lo peor de todo es que el 2017 podría haber terminado a él, aunque ni Bale ni el club pierden la esperanza de que reaparezca en la recta final con el Mundial de Clubes y El Clásico en juego.

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