Es la hora de Zidane. La derrota en Girona deja La Liga muy complicada con ocho puntos de diferencia con el Barcelona en apenas 10 jornadas de competición. Sin embargo, en el vestuario del Real Madrid, tal y como adelanta El Bernabéu, la consigna es clara: "Que no nos den por muertos".

El francés es un experto en controlar situaciones críticas. Lo demostró en su llegada al club como entrenador y los títulos cosechados no hacen más que abalar su potencial. Es el momento indicado para volver a dar un golpe en la mesa y dejar claro a todos los rivales que la entidad merengue solo está pasando por un pequeño e insignificante bache. Con toda la temporada por delante, todos os títulos siguen en los objetivos.

REHIZO EL MADRID DE BENÍTEZ

Zizou llegó al banquillo del equipo madridista en el momento justo. Rafa Benítez no logró hacerse con el control de la plantilla y su mensaje no se impregnó en le terreno de juego. Los resultados y el juego no le respaldaban y Florentino Pérez no dudó en buscar la mejor solución. Esta no fue otra que la de darle la oportunidad a Zidane, uno de los jugadores con más importancia y respeto en la historia del club. El galo cogió al equipo en tercera posición liguera en la jornada 19, con el Barça con un partido menos y tras el empate en Valencia con Benítez en el banquillo. Las cosas dieron un giro de 180 grados, el vestuario se unió como nunca y el Madrid volvió a enamorar en el campo. Terminó segundo la liga a un solo punto del Barcelona y dando la cara hasta el final. Posteriormente, los títulos comenzaron a llegar.

REMONTADA ANTE EL WOLFSBURGO

Otra de las grandes lecciones de Zidane en el Real Madrid fue la de la remontada ante el Wolfsburgo. Los alemanes ganaron en la ida de cuartos de final de la Champions League por 2-0. El Madrid había estado mal en defensa, desaparecido en ataque y con una actitud irreconocible en Alemania. Pero nada que no pudiera solucionar Zidane. La vuelta fue un escenario totalmente diferente. El Santiago Bernabéu creó una esfera que llevó al equipo a la victoria, pero también influyó el trabajo de entrenador. Cuando gran parte de los rivales veían fuera de Europa al equipo, el Madrid dio un baño al Wolfsburgo y con un 3-0 llegó a unas semifinales que terminarían dando La Orejona a la entidad, gracias, en mayor medida, a un Cristiano Ronaldo de dulce.

LA ÚLTIMA PRETEMPORADA

Misma dinámica se ha vivido en el verano madridista. Los amistosos no destacaron por los buenos números cosechados por el Real Madrid. Sin embargo, a la hora de la verdad el equipo blanco no tuvo rival alguno. El Manchester United cayó por 2-1 en la final de la Supercopa de Europa. Y el Barcelona, que había sido alabado durante semanas, fue brutalmente arrollado por el Real Madrid en la Supercopa de España. El global de 5-1, fiel reflejo de la superioridad merengue.

Zidane: "No ha sido cuestión de intensidad sino de falta de concentración" by footbie.com

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